Los famosos actores cubanos Jorge Perugorría y Vladimir Cruz, se han unido en un nuevo proyecto fílmico, según anunció el primero a través de su cuenta de Instagram. Ambos artistas están participando en la edición 32 del Festival de Cine Latinoamericano de Biarritz.

“Película a la vista!!! Gracias al Festival de Cine Latinoamericano de Biarritz, por propiciar el espacio para juntarnos y gestar un nuevo proyecto!!!”, escribió Perugorría al compartir una foto junto a Cruz.

Aún sin más detalles, el anuncio fue suficiente para que seguidores y colegas comenzaran a desearles a ambos actores la mejor de las suertes con el proyecto y también especular sobre cuál sería el tema, título y sinopsis.

Muchos de los comentarios sugirieron una segunda parte de la icónica película Fresa y Chocolate. Ambos actores se encuentran precisamente en el evento asistiendo a proyecciones especiales de este clásico cubano dirigido por Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío.

En las historias del perfil de Perugorría se ha podido observar como el público por las calles de Biarritz ha estado pidiéndole autógrafos al actor y hablando de las emociones que despierta aun la película antes mencionada.

Él también director de filmes como Fátima o el Parque de la Fraternidad, ha compartido imágenes del encuentro con actores, directores y colegas como Gael García Bernal, Costa Gavras, entre otros.

Si bien Vladimir Cruz y Jorge Perugorría tienen ya varias experiencias como directores en solitario, también comparten una historia previa en la codirección fílmica con la pieza Afinidades, ópera prima de ambos, y largometraje en el que también actúan.

Por lo que es de suponer que en este nuevo proyecto tal vez los artistas se decidan a repetir la experiencia de dirigir y actuar en el mismo filme.

En Biarritz, Perugorría y Cruz, fueron invitados a proponer un ciclo de comedias cubanas en una nueva sección del evento cinematográfico dedicado al público hispanohablante. “Se trata de películas y directores que han dejado su huella en el mundo del cine con sus guiones únicos y su ternura despiadada. La expresión de una isla que utiliza de buen grado la risa y la autoburla para hablar de las dificultades de la vida cotidiana”, explican las notas al programa.