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Escambray

Solicita periodista Julia Osendi terminar con el trato irreverente a la figura del Profesor Rodrigo Álvarez Cambra

La periodista Julia Osendi en una publicación realizada en Cibercuba se hace eco del trato irreverente que recibe el profesor Rodrigo Álvarez Cambras, quien desde su retiro hace 4 años, permanece olvidado por quienes le deberían tener respeto y admiración.

Refiere que al retirarse el profesor a los 82 años de edad ninguno de sus preciados tesoros que alegraban su despacho y que formaban parte de la historia personal y del Hospital Frank País: fotografías con altos dignatarios, deportistas famosos, bailarines encumbrados; títulos y galardones conferidos por las más prestigiosas universidades y centros asistenciales de los 5 continentes, medallas olímpicas, guantes, pelotas, balones… pudieron ser donadas a la institución ya que le solicitaron llevárselo todo para su hogar usando no los mejores términos, como viejo traste que rindió y ya no da más jugo!

En octubre del pasado año al celebrarse un Congreso Cubano de Ortopedia, primero que se realiza sin ser el presidente de la sociedad, no tuvieron la delicadeza de invitarlo.

Además, la Sociedad Cubana de Ortopedia y Traumatología, dirigida por el profesor Álvarez Cambras por cuatro décadas, obvió el esfuerzo y la dedicación de todo su equipo de trabajo al publicar la “Historia de la Ortopedia y Traumatología en Cuba” sin que en ninguna de sus 6 páginas se mencione ¡ni siquiera se mencione! a Alvarez Cambras y a su colectivo, lo que sin dudas es una infamia que debe ser denunciada.

El Doctor en Ciencias Médicas, Profesor Titular, Investigador Titular, Especialista de 1er. y 2do. grados en Ortopedia y Traumatología y Diplomado en Educación Médica Superior, Liván Peña Marrero, un niño que tras un accidente violento y a punto de quedar inválido fue salvado en el Frank País, y que ha permanecido por 24 años al lado de su maestro, hizo llegar a Julia la siguiente comunicación que hizo pública en el sitio de WhatssApp del hospital:

“Los invito a leer la ´Historia de la Ortopedia y Traumatología en Cuba´ que viene publicada en la página web de la Sociedad en su portal Infomed, en la cual increíblemente no se hace mención del profesor Álvarez Cambras pues la ´historia´ allí contada da un salto desde el profesor Julio Martínez Páez hasta el profesor Alfredo Ceballos Mesa y ahí termina.

“Se obvia una institución que mucha gloria ha dado a la medicina cubana, que mucho ha aportado al deporte cubano y a la salud de nuestro pueblo en general.

“Respetamos muchísimo a los profesores que han sido reconocidos en esa página, pero Álvarez Cambras mereció estar entre ellos. Respetamos a todos los centros, sobre todo al Hospital Fructuoso Rodríguez pero también el Frank País ganó el derecho a aparecer.

“Este escrito está expuesto así impune y desafiante desde 2018 y a pesar de los reclamos no se ha corregido. Es una actitud humillante y deshonesta hacia nuestros trabajadores. Es una falta de respeto a la propia historia de la medicina cubana que no se debería permitir.” Fin de la cita del profesor Liván.

Reitero: pensé que sobre humillar a un ser humano, quien por demás salvó tantísimas vidas y ayudó a cosechar grandísimos triunfos deportivos, lo había visto todo…pero me equivoqué.

Junto a presidentes, ministros, pueblo están esas medallas de Alberto Juantorena, Mireya Luis, María Caridad Colón, Reglita Hernández, Iván Pedroso, Javier Sotomayor y tantas y tantas que haría muy largo este escrito.

He podido conocer que todo el personal del Hospital Frank País exige se reconozca en dicho documento, el lugar que el profesor Rodrigo Álvarez Cambras y sus compañeros de tantos años se han ganado con creces.

Ojalá y la rectificación venga pronto y el próximo 22 de diciembre el eminente profesor pueda cumplir felizmente sus 86 años. ¡Increíble pero cierto!

Cibercuba

Rodrigo Álvarez Cambra


profesor, médico, investigador, ciencias, ortopédico, director del complejo ortopédico frank país, presidente de la sociedad cubana de ortopedia y traumatología

Nació en Candelaria, ciudad de Pinar del Río, Cuba. En los años de infancia, se afirma que su primera inclinación fue hacia la ingeniería de construcción y que un desafortunado suceso familiar influyó en su decisión: "La enfermedad de mi padre es lo que me inclina a cambiar de idea Fue un shock verlo morir sin poder hacer nada. Esto lo hizo pensar que debía ser médico y tratar de resolver algunos problemas de la humanidad. Con esta motivación desde que comenzó su vida escolar se encaminó hacia el logro de sus propósitos.