Viengsay Valdés, primera bailarina y directora general del Ballet Nacional de Cuba, integrará el jurado del Premio Benois de la Danza en el presente año 2023.

Este evento se considera el Oscar de la danza a nivel mundial, por el alto prestigio y el talento que reúne desde que fue creado por la Asociación Internacional de la Danza, en Moscú.

En entrevista a Prensa Latina, Viengsay Valdés reconoció que es un gran honor para ella ser parte del jurado por la categoría del premio en cuestión, por el lugar donde se entrega (Teatro Bolshoi, de Moscú) y por la tradición en la historia de las artes escénicas en Rusia.

«Este es un premio muy singular que distingue las carreras de algunos artistas de mi país, incluidas las de los padres fundadores del Ballet Nacional de Cuba, Alicia y Fernando Alonso, quienes lo recibieron en la categoría de Por la obra de toda una vida», expresó Viengsay.

Además, afirmó que esta será también una oportunidad de seguir dando visibilidad en el mundo al ballet cubano, muy enriquecido por el ballet ruso, pues se denota el respeto que se tiene por su impronta.

«Artistas cubanos de distintas generaciones de la compañía hoy son bailarines y maestros en diversas compañías del mundo, con una labor meritoria. Y pese a muchas dificultades, el conjunto sigue generando en la actualidad bailarines excepcionales y obras notables».

También se refirió a la edición 28 del Encuentro Internacional de Academias para la enseñanza del Ballet, en La Habana, el cual acoge a niños y jóvenes bailarines de diferentes latitudes. Catalogó esta cita como una oportunidad maravillosa para intercambiar ideas y experiencias sobre la metodología de la enseñanza del ballet en la actualidad.

«La realidad de cada país es distinta, por ejemplo, en varios países latinoamericanos existen prejuicios sobre la posibilidad de que los varones estudien ballet y muchas chicas vienen a Cuba para tener la oportunidad de bailar con un muchacho, para aprender a desenvolverse en el dúo clásico, vital para cualquier bailarina con aspiraciones profesionales. Y la escuela cubana tiene una cantera de varones que es un privilegio», concluyó Viengsay Valdés.