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Omara Portuondo y Natalia Lafourcade actuarán en el Carnegie Hall

La legendaria cantante cubana Omara Portuondo añade hoy otra colaboración exitosa al ser invitada por la cantante, compositora y productora musical mexicana Natalia Lafourcade, para compartir la prestigiosa escena del Carnegie Hall en Estados Unidos.

Con mucha alegría les comparto que mi amada Omara Portuondo me acompañará en el Carnegie Hall para cantar bonito, como ella lo sabe hacer. Estoy súper emocionada y profundamente agradecida de que aceptara. Ya falta menos para vernos.¡Será hermoso!, anunció Lafourcade en sus redes sociales.

Portuondo, acreedora de una considerable trayectoria musical, agradeció a la notable vocalista a través de sus plataformas digitales y confirmó sentirse honrada por participar en la actuación prevista el 27 de octubre.

Mi querida Natalia, la felicidad que me hace acompañarte en el escenario no es comparable, desprendes mucha luz, eres talento puro. Gracias a ti por tan hermosa invitación, aseguró la conocida Diva del Buena Vista Social Club.

La también ganadora del premio World Pioneer 2021, otorgado por la prestigiosa revista británica Songlines, unirá voces con la autora para interpretar temas de su más reciente álbum De todas las flores compuesto por 12 canciones e inspiradas en diferentes experiencias de vida.

Se trata de «una pieza que honra la vulnerabilidad, la vida y la muerte, la feminidad, la naturaleza, lo místico, el amor y el desamor», según la propia Lafourcade, sobre el fonograma que tendrá su lanzamiento oficial el 28 de octubre.

Prensa Latina

Omara Portuondo Peláez


cantante, arte

Hay algo de cinematográfico en la historia de Omara Portuondo. Hija de una mujer de familia española y bien que abandonó su círculo social para casarse con un bello jugador negro del equipo nacional cubano de béisbol —lo que la llevó a tener que ocultar en público este enlace, pues los matrimonios mixtos no estaban nada bien vistos en Cuba en aquella época—, Omara entró en contacto con la música ya en su más tierna infancia. Como en cualquier otro hogar cubano, la futura cantante y sus hermanos crecieron rodeados de la música que, a falta de gramófono, entonaban sus padres.