Destacado maestro cubano.
Nació en la ciudad de Matanzas, hijo de Casimiro Castellá Viola, quien era natural de Asturias, España y de Dolores Lluch Pérez natural de la ciudad de Manzanillo, en Cuba.
Sus primeros años de vida los pasa en su ciudad natal, Matanzas, donde recibe una esmerada educación en el seno de su familia, asiste a la escuela primaria, donde se distinguía por su inteligencia natural siendo reconocida por sus maestros, alcanzando las más altas calificaciones.
Con 17 años de edad en su ciudad natal, le sorprende la Guerra de Independencia el 24 de febrero de 1895 y fallecido su padre, la familia decide trasladarse hacia la ciudad de manzanillo para esto tuvieron que pasar días difíciles por los rigores que la guerra imponía pues tuvieron que cruzar por los espesos montes a lo largo de gran parte de su trayectoria.
Se manifestaban en el un fuerte de carácter, muy celoso en el cuido de su familia, una ves establecido en Manzanillo, su señora madre no se siente a gusto y luego de algún tiempo decide trasladarse hacia el barrio de campechuela para vivir definitivamente.
Una ves establecida la familia en campechuela, su madre fue nombrada administradora de correos y telégrafos, Juan le ayudaba en esta tarea demostrando su inteligencia, su forma organizada y seriedad en todo lo que hacia siendo el punto de partida de su posterior vocación como maestro
El joven siente simpatía por la causa revolucionaria, colabora de forma sencilla construyendo gomígrafos de yúa (madera cubana) para los campamentos insurrectos de la zona de Guá.
Una vez terminada la guerra de independencia y firmada la paz de París (10 de diciembre de 1898) el gobierno interventor norteamericano pone en práctica su plan educacional y para ello solicitan jóvenes que deseen incorporarse a la honrosa tarea de educar e instruir.
Juan presenta su solicitud para trabajar como maestro con el decidido apoyo de su madre sus estudios magisteriales los realiza por correspondencia, la dirección del mismo está en manos de Manuel Aguayo pedagogo cubano. Los exámenes se efectuaron en Santiago de Cuba.
Al finalizar cada curso escolar de manera sistemática según iba aprobando los años de estudio podían trabajar al grado inmediato superior y así sucesivamente hasta llegar a obtener el grado de maestro.
En 1906 contrae matrimonio con Estrella Ferrer Pérez quien seria su esposa por toda una vida, Campechuelense de nacimiento de la cual recibió un gran apoyo en su vida como educador, después de algunos años de servicio es nombrado director, labor que realizó por más de 30 años con responsabilidad, amor, dedicación, interés y sobre todo muchos deseos de educar y enseñar a su pueblo las principales cuestiones relacionadas con la humana labor a la cual dedica toda su vida.
En 1914 llegó hasta las más altas posiciones siendo seleccionado como presidente y venerable maestro respectivamente. Fue nombrado decano de maestros, fundador del colegio maestro de Cuba, más tarde colegios de Maestros normales hoy SNTECD.
En marzo de 1935 formó parte activa en la huelga general que se extendió por todo el país y tuvo un gran eco en la región, comenzó pidiendo el aumento de salarios a los maestros y otras reivindicaciones, hasta que fue derrotada en sangre por parte del gobierno corrupto imperante en esos momentos
Siendo maestro de 4 generaciones en 1952 fecha que se cumplían 50 años de república, el gobierno cubano dicta una ley de retiro para los maestros en ejercicios que tenían 50 años de labor y Juan Castellá obtiene el tercer expediente en la república, recibiendo en esa ocasión el honroso título de maestro emérito y la más alta condecoración la orden Carlos Manuel de Céspedes la cual no aceptó por tenerla que recibir de manos del dictador Fulgencio Batista.
No se hizo esperar el homenaje del pueblo justo y agradecido a la figura que dedicó su vida a la educación de su pueblo. Fue declarado hijo adoptivo de Campechuela, presidente vitalicio de la sociedad Liceo, venerable maestro de la Logia Monte Líbano.
Juan Castellá y ya jubilado contribuyó a la fundación de la escuela que hoy lleva su nombre impartiendo clases de español con toda la calidad y buscando los métodos adecuados para enseñar a sus alumnos siempre supo ganarse el respeto de su pueblo como educador.
Hoy como una forma sencilla pero profunda de recordarlo y reconocer sus valores una Secundaria Básica, lleva su nombre, así, como la facultad obrera campesina de Campechuela y una calle del municipio.
Su muerte ocurrió el 19 de septiembre de 1955 en la ciudad de Santiago de Cuba, después de una penosa enfermedad, su pueblo supo rendirle los últimos tributos declarando duelo municipal mientras su cadáver permaneciera insepulto.