Manuel Saumell Robredo

Manuel Saumell Robredo
Nacimiento:  
17
/
7
/
1817
Fallecimiento:  
14
/
8
/
1870

Músico y compositor que ha sido calificado como el iniciador del nacionalismo dentro de nuestra música.

Alejo Carpentier en su libro “ La Música en Cuba” señaló que gracias a la obra de Saumell se fijaron y pulieron los elementos constitutivos de una cubanidad que estaban dispersos en el ambiente y no salía de las casas de baile para integrar un hecho musical lleno de implicaciones. Igualmente otros estudiosos de la música en Cuba han destacado que la invención rítmica y melódica de Manuel Saumell fue asombrosa. En relación con esto hay que puntualizar que a él se le considera también el padre de la contradanza en nuestro país.

De procedencia humilde estudió de manera autodidacta hasta que, ya adulto, fue discípulo de Juan Federico Edelmann en el piano y de Mauricio Pyke en las asignaturas de armonía, contrapunto, fuga e instrumentación.

Tuvo una vida relativamente breve. Su nacimiento se produjo en La Habana en 1817 y murió cuando contaba 53 años. Se ha afirmado que llevó una vida bastante agitada lo que le limitó para componer. Sufrió además muchas privaciones. Fue un gran trabajador, muy sensible y exigente consigo mismo. Estudió piano, armonía, instrumentación, contrapunto y fuga. Tocó el piano en varias iglesias habaneras, organizó reuniones musicales, instrumentó, hizo arreglos y ofreció clases.

Casado con la habanera Concepción Amegui, tuvo tres hijos y a la par que fundaba su familia desarrolló una intensa labor cultural. Su fama y prestigio le llevó a la presidencia de la sección de música de la Filarmónica Santa Cecilia, en la Habana, y a fundar junto a Ramón Pintó y al pianista español José Miró, el Liceo Artístico Literario de la Habana.

Por ser un hombre enérgico y lleno de dinamismo desplegó durante su existencia una gran actividad. Además de compositor se presentó en distintas ocasiones como músico en actividades y ofreció numerosos conciertos.

En 1939 cuando contaba con 22 años, se propuso escribir una ópera que reflejara una temática cubana. En ese sentido se ha señalado por algunos investigadores que Saumell tuvo el propósito que la acción de dicha obra se desenvolviera en la isla y que intervinieran en ella elementos característicos de la vida popular de los cubanos. Entre las obras compuestas por el se encuentran Plegaria, para soprano y órgano: Idilio, para violín y piano: Ave María, para voz y orquesta: y las contradanzas La Niña Bonita, Recuerdos tristes, Lamentos de Amor y Los Ojos de Pepa.

La Tedezco, Los ojos de Pepa, La quejosita, Los chismes de Guanabacoa, entre otras obras, son muestra de una creación sólida y elaborada, donde los temas o motivos melódicos propios de la música cubana, trascienden el marco popular y se convierten en creaciones netamente concertísticas.

Fue autor de una contradanza que tituló “El Somatén”, que según José Martí es resultado fonético de las palabras catalanas Soms Atents y que significan “estamos en guardia”. Soms Atents, era además el título de un periódico independentista catalán que llegaba a Cuba con regularidad, aunque, por supuesto, de manera clandestina.

Puede que sean elucubraciones, pero Manuel Saumell Robredo (1817-1870), es uno de los creadores más destacados en la historia musical cubana que es otro modo de hacer patria. Hoy quizás se le recuerde solo como el compositor de algunas contradanzas, que de todos modos le darían un lugar en El Parnasso: “Los ojos de Pepa”, “La Gassier”, o “El Somatén”, sin embargo fue autor de 51 obras en este género que hicieron bastante por engrandecer el universo sonoro cubano.