Manuel Octavio Bisbé Alberni

Manuel Octavio Bisbé Alberni
Manuel Bisbé
Nacimiento:  
28
/
12
/
1906
Fallecimiento:  
20
/
3
/
1961

Intelectual y político cubano. Profesor universitario y encomiado orador. Representante a la Cámara y miembro fundador del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxos). Destacado opositor a la dictadura de Fulgencio Batista; tras el triunfo de la Revolución Cubana, se le designó representante de Cuba ante la Organización de Naciones Unidas, cargo que desempeñaba al fallecer.

Nacido en Santiago de Cuba, era el tercer hijo del médico José Bisbé Pérez y Margarita Alberni Portuondo.

Cursó la primaria en su ciudad natal y la secundaria en La Habana, en cuyo Instituto se distinguió tanto por los resultados académicos, como por su activismo político y cultural.

Allí fundó junto a varios profesores y alumnos la prestigiosa Sociedad de Conferencias, en cuya tribuna intervinieron destacados intelectuales del momento y él mismo daría temprana muestra de sus habilidades oratorias. Aún sin graduarse de bachiller, publicó el poemario En los jardines del silencio, elogiado por poetas del calibre de Agustín Acosta.

Entre 1923 y 1927 estudió en la Universidad de La Habana. Presente desde su mismo inicio en el movimiento de la Reforma Universitaria, fue electo delegado de la Asociación de Estudiantes de Derecho e integró la primera Federación Estudiantil Universitaria. Muy activo en el Primer Congreso Nacional de Estudiantes que organizó Julio Antonio Mella, participó en el trabajo de distintas comisiones, siendo uno de los redactores de la moción que rechazaba el intervencionismo norteamericano en Cuba, plasmado en el Tratado Permanente.

Graduado como doctor en Derecho Público, Derecho Civil y Filosofía y Letras, se desempeñó como profesor en la Escuela Normal de Matanzas y en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana.

En 1929 recibió una beca para seguir estudios de griego en un curso de verano de la Universidad de Columbia; al concluir este fue nombrado instructor de la Cátedra de Lengua y Literatura Griega en la Universidad de La Habana.

Miembro del movimiento opositor profesoral a la dictadura de Gerardo Machado, fue expulsado de su cátedra en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana, al ser clausurado ese centro a finales de 1930. Intervino en diversas acciones de apoyo al movimiento estudiantil revolucionario, sin abandonar su quehacer cultural en el Lyceum y otras sociedades habaneras.

Tras el derrocamiento de Machado se le reintegró a su cátedra en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana y en 1935, ya como profesor auxiliar en la Universidad, toma parte en la organización de la huelga de marzo, por lo cual fue suspendido de empleo y sueldo. Frente a la represión y los desmanes del militarismo, Bisbé, con su elocuente oratoria, sería reconocido como una de las voces más consistentes a favor de la democratización del país.

Destacado igualmente en los actos de solidaridad con la república española, en 1938 fue electo vicepresidente de la Institución Hispanocubana de Cultura que presidía Don Fernando Ortiz. Al año siguiente, tras la reapertura de la Universidad, ganó en concurso por oposición la Cátedra de Lengua y Literatura Griega de ese centro.

Como intelectual, Bisbé no solo se sobresalía en su desempeño pedagógico, sino también por la intensa labor desplegada para la divulgación de la literatura clásica, en la cual abordaba con frecuencia diversos temas históricos y reflexionaba sobre aspectos esenciales de la cultura universal.

Brillante conferencista, su presencia era reclamada a menudo en sociedades culturales, a la vez que se hizo muy notable su contribución a los cursos de la Universidad del Aire. Sus conferencias, publicadas casi siempre como artículos o folletos, versaban sobre temas de su especialidad —«Raíz y trayectoria griega de Occidente» o «Los poetas líricos griegos», por ejemplo—, pero a veces también abordaban temas políticos o de la historia nacional.

Presidente de la Federación de Doctores en Ciencia y Filosofía y Letras, tuvo a su cargo la inauguración del Segundo Congreso de esa institución en enero de 1941.

Meses antes, Bisbé había ingresado al Partido Revolucionario Cubano (Auténtico), a la vez que denunciaba y combatía las acciones gansteriles en la Universidad habanera. Electo como representante a la Cámara en 1944, desde esa posición promovería diversos proyectos de ley en beneficio de la educación pública y el magisterio.

En 1945 integró, por designación del presidente Ramón Grau San Martín, la delegación cubana a la Conferencia Interamericana sobre Problemas de la Guerra y la Paz, celebrada en Chapultepec, México. Alineado con la vertiente crítica del «autenticismo» que encabeza Eduardo Chibás, Bisbé fustigó las corruptelas gubernamentales y en mayo de 1947 participó en la fundación del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo).

Compañero de Chibás en algunas de sus más ardorosas campañas, en las elecciones de 1948 resultó electo nuevamente representante, ahora por el Partido Ortodoxo y, en 1950, esa organización hubo de proclamarlo aspirante a la alcaldía de La Habana. Muy activo en la lucha política tras la muerte de Chibás, era candidato al Senado para en las elecciones de 1952, frustradas por el golpe de Estado de Fulgencio Batista.

Vehemente opositor de la dictadura batistiana, Bisbé fustigó ese régimen de manera incesante, tanto desde las páginas de la revista Bohemia y otros órganos de prensa, como en actos públicos, lo cual le valió ser detenido en los calabozos del Servicio de Inteligencia Militar poco después del golpe militar.

Convertido en una personalidad señera de la tendencia, que dentro de la ortodoxia rechazaba los pactos y la participación en la farsa electoral promovida por Batista para legitimarse, se mostró a la vez comprensivo con la rebeldía de los jóvenes, encarnada por la línea insurreccional que encabezaba Fidel Castro.

Después de haber abogado ardorosamente por la amnistía de ese joven líder y de los demás asaltantes al cuartel Moncada, en 1955, el profesor de griego representó al Partido Ortodoxo en el fracasado Diálogo Cívico entre los partidos opositores y el gobierno.

Designado en 1957 presidente de la «ortodoxia histórica», respaldó desde esa posición el Manifiesto de la Sierra Maestra firmado por Fidel Castro junto a Raúl Chibás y Felipe Pazos, para promover la unidad de las fuerzas opositoras a la dictadura de Batista.

Objeto de constante persecución y amenazas por su apoyo a la lucha insurreccional, Bisbé optó por exiliarse. En nombre del Partido Ortodoxo suscribió el Pacto de Caracas que en julio de 1958 unificó las fuerzas que apoyaban a la Revolución.

Después de la victoria revolucionaria en 1959, fue designado representante de Cuba ante la Organización de Naciones Unidas. Desde ese cargo sería protagonista del viraje de la política exterior cubana hacia genuinas posiciones contra el colonialismo, en defensa de la paz y de los valores democráticos, al mismo tiempo que le correspondería enfrentar, desde una posición estratégica, la creciente hostilidad del gobierno de Estados Unidos contra su patria.

Recibió la encomienda de recabar del embajador Vasily Kusnetzzov, el apoyo de la Unión Soviética a Cuba en medio del conflicto que condujo a la nacionalización de las compañías extranjeras en la Isla; al mismo tiempo, mantenía una activa relación con el Comité Pro Trato Justo a Cuba y otras organizaciones norteamericanas que expresaban comprensión y solidaridad hacia el proceso revolucionario cubano. A su cargo estuvo igualmente la recepción de la delegación presidida por el primer ministro, Fidel Castro, a la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 1960.

El 20 de marzo de 1961, al salir de una sesión de la ONU, falleció en Nueva York víctima de un infarto cardiaco. Días después fue sepultado en La Habana con los máximos honores.

Publicaciones
Fue profesor de Griego en la Universidad de La Habana y colaboró con las publicaciones:
“Bimestre”.
“Lyceum”.
“El Mundo”.
“Universidad de La Habana”.

Fuente: En Caribe.org