Juan Clemente Zenea Fornaris

Juan Clemente Zenea Fornaris
Adolfo de la Azucena, Espejo del corazón, Ego quoque,***, Un amigo de la juventud, Una habanera
Nacimiento:  
24
/
2
/
1832
Fallecimiento:  
25
/
8
/
1871

Escritor cubano al cual se le reconoce haber ejercido gran influencia en la literatura cubana al retomar el Romanticismo, marcando una nueva línea en la poesía hispanoamericana. En prisión escribió 16 composiciones que fueron reunidas póstumamente bajo el título Diario de un mártir.

Nació en Bayamo. Era hijo de un teniente español y de una hermana del poeta cubano José Fornaris. Cursó las primeras letras en una escuela privada de su ciudad natal. A los trece años de edad en 1845 se traslada a La Habana donde su talento literario pronto le abre caminos en el periodismo. Ingresa en el colegio El Salvador, de José de la Luz y Caballero, donde amplia sus conocimientos, aunque a pesar de ello yde ser sobrino por parte de madre del poeta José Fornaris se estima que la mayor parte de su formación la adquirió autodidácticamente.

En 1846 publicó sus primeros poemas en La Prensa, periódico habanero del que llegó a ser redactor en l849.

Un folletín suyo, aparecido en esta publicación durante una semana santa, hubiera provocado que el Obispado lo excomulgara, de no mediar su padre, quien publicó una carta de retractación que le hizo firmar.

En colaboración con José Fornaris y Rafael Otero publicó La mujer ¿Es un ángel? ¡No es un ángel! ¿Sí será o no será? (La Habana, Imp. de Soler, 1850). Redactó junto a Idelfonso Estrada Zenea El Almendares y colaboró en La Voz del Pueblo. Complicado en la causa seguida contra Eduardo Facciolo por la publicación de este periódico clandestino, marchó en 1852 a Nueva Orleans. Colaboró en El Correo de Luisiana, El Independiente y Faro de Cuba, en el que aparecieron sus campañas contra el gobierno español.

En Nueva York, hizo propaganda anexionista en La Verdad, El Filibustero, El Cubano. En 1853 fue condenado a muerte en La Habana, pero gracias a una amnistía general pudo regresar al año siguiente a esta ciudad, donde residió por más de diez años con excepción de un viaje a Estados Unidos en 1856.

Poemas suyos fueron incluidos en la recopilación El laúd del desterrado (poesía).

Ejerció como profesor de inglés en el colegio El Salvador. Colaboró en Guirnalda Cubana, La Piragua, Brisas de Cuba, Floresta Cubana, Revista de La Habana, El Regañón, Álbum cubano de lo bueno y de lo bello, La Chamarreta, El Siglo, Ofrenda al Bazar, Revista del Pueblo, y en las publicaciones españolas La Ilustración Republicana Federal y La América.

En Nueva York colaboró en La Voz de América y dirigió la Revista del Nuevo Mundo. Invitado por Pedro Santacilia se trasladó a México, donde fue redactor del Diario Oficial.

Al comenzar la revolución en 1868, se trasladó a Estados Unidos. Participó en las fracasadas expediciones del Catherine Whiting y el Lillian; redactó el periódico La Revolución, que fundó en unión de Néstor Ponce de León; colaboró en El Mundo Nuevo - América Ilustrada.

En 1870 viajó clandestinamente a Cuba con dos misiones: una de información, encomendada por la Junta Cubana de Nueva York, y otra del gobierno español, que proponía a los insurrectos la autonomía a cambio de la capitulación. Cuando intentaba regresar a Estados Unidos, después de una infructuosa entrevista con Carlos Manuel de Céspedes, presidente de la República en Armas, fue sorprendido por una columna española y detenido, a pesar del salvoconducto que le había entregado el embajador de España en Estados Unidos. Tras ocho meses de incomunicación en la fortaleza de La Cabaña, en La Habana, fue fusilado.

Dejó inéditas Jaquelina y Reginaldo, novela escrita en verso; La azucena del valle, leyenda en verso escrita en colaboración con José Agustín Quintero y una edición crítico-bibliográfica de las poesías de José María Heredia.

Tradujo al inglés la Plegaria a Dios, de Plácido (seudónimo de Gabriel de la Concepción Valdés), y al español el drama Andrea del Sarto, de Musset, Cuentos de niños, de Laboulaye, y, poesías de Longfellow, Leoparti, Musset y Lamartine. Ha sido traducido al ruso, inglés. y francés. Usó los seudónimos Adolfo de la Azucena, Espejo del corazón, Ego quoque,***, Un amigo de la juventud, Una habanera.

Obras publicadas
1855 Poesías
1859 Lejos de la patria. Memorias de un joven poeta
1860 Cantos de la tarde
1861 Sobre la literatura de Estados Unidos

Poemas más reconocidos
En un álbum
Fidelia
A una golondrina
Ausencia
En Greenwood
Nocturno
Las sombras
Retorno
Oriente y Ocaso
Diario de un mártir