Barnet fue uno de los promotores del programa internacional la Ruta del Esclavo, auspiciado por la Unesco, el cual tiene una de sus expresiones de mayor relieve en el museo abierto, por iniciativa del poeta, en el Castillo de San Severino, en Matanzas

La proclamación este martes de Miguel Barnet como Premio Nacional de Patrimonio Cultural 2023 reconoció la entrega de una vida consagrada al rescate, la investigación, la preservación y la promoción de aspectos cardinales en la formación de la identidad cubana.

Con la publicación de Biografía de un cimarrón (1966) no solo le dio voz a Esteban Montejo, sino a las de los más de un millón de africanos esclavizados y trasladados a la isla en condiciones infrahumanas, y al aporte de los hijos del continente a las luchas independentistas y a una cultura resistente y propia.

Cuando la presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, Sonia Virgen Pérez dio la noticia al poeta y etnólogo, a la memoria de este acudieron aquellos que fundaron el pensamiento cubano, desde José Agustín Caballero y Félix Varela a José Martí y Fernando Ortiz. Evocó a Argeliers León, uno de sus mentores, y resonaron en sus oídos los toques, rezos y cantos de los practicantes de religiones populares y rumberos que de niño escuchó en un solar de El Vedado. Desde la Fundación Fernando Ortiz, fundada y presidida por él, continúa contribuyendo a hacer cada día más vivo el patrimonio de la nación.

Barnet fue uno de los promotores del programa internacional la Ruta del Esclavo, auspiciado por la Unesco, el cual tiene una de sus expresiones de mayor relieve en el museo abierto, por iniciativa del poeta, en el Castillo de San Severino, en Matanzas.