“Korda fotografió en su vida a decenas de mujeres hermosas, pero no es posible todavía trazar el recorrido estético que hizo por sus rostros y por sus cuerpos”, confiesan los organizadores de la exposición Obsesiones Interruptas, la mujer en la fotografía de Alberto Korda, que se inauguró este viernes en la Fototeca de Cuba, en el aniversario 90 del natalicio del genio cubano del lente.

De las escasas copias en plata gelatina, que algunas de sus antiguas modelos conservan, y de las publicaciones de época que solían comisionarle sus anuncios publicitarios y sus secciones de belleza se han rescatado verdaderas joyas de la fotografía cubana y universal, que desde hoy se exponen en la casona de Mercaderes, en La Habana, gracias a un proyecto que une a Estate Korda, al Estudio Figueroa-Vives y la Fototeca de Cuba.

Alberto Korda encontró también a otras mujeres hermosas en las manifestaciones políticas, las que han sido extraídas, recientemente, de entre los cerca de 50 mil negativos sobre la Revolución que se conservan en los archivos históricos del Consejo de Estado de Cuba.

La ruta creativa de Alberto Korda, en lo que a la belleza femenina se refiere, quedó fragmentada una y otra vez por sucesivas y abruptas quebraduras.

“Intentamos hoy armar un rompecabezas con lo que ha quedado de la depredación histórica, y lo cierto es que estamos aún buscando los espacios vacíos en esa ruta accidentada. Solo así entenderemos a Korda como el fotógrafo de la belleza que fue en primera instancia, y sabremos cómo logró hacer las eficaces fotos de la Revolución”, aseguran los organizadores de la expo, que desde está abierta al público en La Habana.