Francisco Frías Jacott

Francisco Frías Jacott
Nacimiento:  
24
/
9
/
1809
Fallecimiento:  
24
/
10
/
1887

Agrónomo, investigador, divulgador científico y reformador agrario, cuya familia tuvo destacada participación en la investigación científica.

En 1848 heredó el título de Conde de Pozos Dulces.

Opuesto al colonialismo español y vinculado a las ideas políticas anexionistas de Narciso López primero, fue influenciado posteriormente por las ideas reformistas de su cuñado José Antonio Saco. Fue defensor de la democracia agraria.

Nació en La Habana, Cuba. Su familia mostró interés por la experimentación empírica en las esferas agrícola y pecuaria, de acuerdo a las motivaciones generadas por el estado de sus haciendas cafetaleras. En especial, su hermano José J. de Frías le precedió, de manera destacada, en los estudios pecuarios, al publicar el "Ensayo sobre la cría de ganados en la Isla de Cuba", en 1844.

Se opuso al colonialismo español, vinculándose a las posiciones políticas lidereadas por el esposo de su hermana Dolores, su primer cuñado el general Narciso López; recibió la influencia del anexionismo a los Estados Unidos de América, mientras que del segundo, José Antonio Saco, se nutrió del reformismo sostenido por los principios éticos del pensamiento de Félix Varela. Su adhesión a una u otra corriente política, la efectuó siempre en defensa de una democracia agraria.

Realizó estudios científicos en París, en dos ocasiones: la primera, desde 1842 hasta 1844, en los cursos de agricultura del Conservatorio de Artes y Ciencias (con Moll y Leclerc Thouin), y del Jardín de Plantas (con Mirbel), así como en los de geología y química, en la Sorbona (con Prévost, Dumas y Pagen); la segunda, entre 1857 y 1860, asistió, también en el Conservatorio de Artes y Ciencias, a las clases de química aplicada a la industria de Pagen, a las de química agrícola de Boussingault y a las de zoología aplicada a la agricultura y a la industria de Boudement.

Su prestigio profesional se dio a conocer mediante el programa de desarrollo agropecuario, promovido entre 1857 y 1858 a través de un grupo de cartas suyas publicadas en el periódico habanero el Correo de la Tarde, las cuales fueron editadas, en Francia durante 1860, como parte de una compilación de sus escritos.

Dicho programa tenía la intención de establecer las bases de una identidad nacional agrotecnológica y otra agrocientífica, que contribuyeran al logro de un equilibrio social y económico en el seno de una sociedad dominada por una minoría de grandes hacendados y comerciantes, la cual era, además, sostenedora de formas encubiertas del tráfico de esclavos.

El propósito de lograr la identidad agrotecnológica a través del incremento de una población rural, culturalmente apropiada y con buena disposición laboral, era loable como alternativa justa y democrática, de prever la creación y distribución de riquezas a través del fomento de la pequeña propiedad y la pequeña industria, así como del trabajo de la familia campesina; sin embargo, resultaba discriminatorio hacia los negros y chinos, cuando sólo le concedía a los blancos (criollos e inmigrantes) el derecho a participar en dicha identidad.

En relación con la identidad agrocientífica, ésta se sustentaba en los ejemplos de Álvaro Reynoso y del propio Conde de Pozos Dulces, ambos formados en Francia, los cuales servían para atraer a los jóvenes de sectores acomodados hacia estudios de ingeniería agronómica en dicha nación europea, con el propósito de formar un potencial humano, altamente calificado, que estuviera a disposición de las necesidades agrotecnológicas. En correspondencia con el referido deseo, compartió el proceso de selección y envío de jóvenes a Francia para que estudiaran la mencionada carrera, con el hacendado José Silverio Jorrín.

Fue el primer expositor público, a la altura de 1868 y en el seno de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, de algunos aspectos de la teoría darviniana, aunque en realidad se opuso a ella. Impartió clases de agricultura en la Cátedra de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de La Habana, creada en 1865, aunque su función docente se centró en el trabajo de divulgación científica efectuado a través de la prensa. En 1861 propuso la creación del Instituto Agrónomo Cubano, luego de haber rechazado la invitación de las autoridades coloniales para que ocupara la dirección de la Escuela Especial de Agricultura, perteneciente a la Escuela General Preparatoria de La Habana.

Resultó uno de los principales defensores de la existencia del Instituto de Investigaciones Químicas de La Habana, desde que éste fuese fundado por José Luis Casaseca en 1848, y después que Álvaro Reynoso lo convirtiera en Estación Agronómica, en 1859. Desde 1857 hasta 1860 fue corresponsal en París de los periódicos habaneros el Correo de la Tarde y el Porvenir del Carmelo, y desde 1873 hasta su muerte, de diversos periódicos sudamericanos y norteamericanos. De especial importancia para la vida política y científica del país, fue la responsabilidad desempeñada por él como Director y fundador del periódico El Siglo, desde 1863 hasta 1868.

Fue miembro de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de La Habana, como Socio de Número (1851) y de Mérito (1865), en la cual ocupó la Presidencia de su Sección de Agricultura y Estadística, entre 1867 y 1868.

De igual forma, la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana lo nombró Socio de Número, en 1868. En los Juegos Florales del Liceo de La Habana, efectuados en 1849 y 1858, fueron premiados dos trabajos científicos suyos: el primero titulado Memoria sobre la industria pecuaria en la Isla de Cuba, y el segundo referido al tema "si descansa sobre bases científicas la opinión de que la destrucción del reino animal lleva consigo la del vegetal y viceversa", propuesto por la Sección de Ciencias del Liceo.

Dadas sus simpatías por el movimiento anexionista de los Estados Unidos de América, fue deportado en 1853 a la villa de Osuna, en Sevilla, España, donde, luego de una amnistía, llegó a ocupar en 1854 la Vicepresidencia de la Junta Revolucionaria Cubana de Nueva York. Dio vida al Partido Reformista desde el periódico El Siglo, cuya dirección ocupó desde 1863 hasta 1868, siendo elegido en 1866 como Comisionado a la Junta de Información en Madrid.

Pasó a residir a Francia hacia fines de 1869, como consecuencia del estallido de la Guerra de los Diez Años en 1868. Su precaria salud le impidió aceptar la propuesta del Presidente de la República del Perú para que dirigiera la Escuela de Agricultura de Lima.

Murió en París el 24 de octubre de 1877. Fueron estas su últimas palabras: "Muero con el desconsuelo de no ver realizado el sueño de toda mi vida: la Libertad de Cuba"