Ejemplo de joven revolucionaria que dio su vida por el triunfo y consolidación de la Revolución cubana.

Nació en Yateras, en el territorio de la antigua provincia oriental. El sentimiento de rebelión le fue inculcado desde niña, ya que su madre era una activa militante del Partido Comunista de Cuba, desde cuyas filas combatió la dictadura machadista. Su padre era tabaquero y cuando la familia se trasladó a Santiago de Cuba, integró el Gremio de Torcedores. Ambos descendían de familias mambisas.

Desde su adolescencia, América Labadí, tuvo que colaborar con el sostén de su humilde hogar, mediante labores de costura.

A su alrededor estalla el repudio frente al machadato, y la joven se sumó resuelta a la lucha.

Militó en la Liga Juvenil Comunista (LJC) con sólo 16 años y realizó innumerables actividades de propaganda y agitación en una célula de la Defensa Obrera Internacional (DOI).

En abril de 1933 fue encarcelada en la ola represiva que se desató a raíz de la toma del poblado de Guiteras y del cuartel de San Luis. En otra ocasión, por haber participado en una “marcha de hambre” que se llevó a cabo en Santiago de Cuba, sufrió los golpes de la porra machadista.

El 1 de agosto de 1933 el Partido decidió efectuar una manifestación con motivo del Día Internacional de la Lucha contra la Guerra y por la Paz, en torno al cual América realizó una destacada labor de propaganda.

En la manifestación, América portaba nuestra enseña nacional, y abrazada a ella cayó abatida por las balas provenientes de la casa de un connotado esbirro del régimen. Tenía al morir, solo 16 años.