Acostumbrada a defender la obra de otros autores, componer canciones ha sido un descubrimiento tremendo para Luna Manzanares. Con una voz maravillosa, la joven da vida a su nuevo disco Luna Nueva, incursiona en el teatro musical y se sumerge en la satisfacción de escribir temas propios, algo que describe como “un proceso lindísimo que estoy disfrutando mucho”.

“Interpretar canciones ajenas es como meterse bajo otra piel que es súper interesante –precisa-. Pero es importante tener herramientas y experiencias para ponerle la emoción necesaria. Ya poner tus propias palabras es maravilloso porque, sean más rebuscadas o sencillas, son tuyas. Eres dueña de tu pensamiento y de tu música”, explica.

Además de crear en función de lo que quiere y siente, puede reflejar lo que pasa socialmente. “Los músicos no podemos alejarnos de lo que está sucediendo. Hay que reinventarse y renovarse, y eso tiene mucho que ver también con la composición”, especifica la intérprete.

Para Luna, todos los procesos creativos tienen una magia específica. “Ahora disfruto descubrir mi pensar y escribirlo en canciones, porque la voz propia es muy interesante. El más complicado es, quizás, traducir eso en instrumentos, una parte que dejo a los músicos que me acompañan. De ahí al (espectáculo) en vivo, hay una magia tremenda porque disfruto esa evolución. Incluso, mientras escribo ya pienso en cómo defenderé el tema en escena”, asegura.

El teatro musical es un regalo reciente que llegó a la vida de Luna Manzanares, a quien vimos como conductora del concurso de la canción cubana Adolfo Guzmán. “Es curioso, porque mi mamá es actriz y quiso, en principio, ser cantante. Encontró el teatro musical por ironías de la vida, porque le tocaba, y fue una de las últimas personas que lo estudió profundamente y lo hizo.

“Es un género que desgraciadamente ha tenido un receso en nuestro país. Es muy bonito que me haya llegado la oportunidad en mi carrera, me ha ayudado mucho a crecer como artista y como persona”, concluye la Luna de la música cubana.