El Dúo Ondina -uno de los más paradigmáticos conjuntos camerales de Cuba y el continente americano- integrado por las maestras Niurka González, en la flauta, y María del Henar Navarro, en el piano, nos convida a un canto en la búsqueda incansable de la belleza este sábado 19 de marzo, a las 6:00 p.m., en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís de La Habana.

Sobre el encuentro, declaró en exclusiva para Radio Enciclopedia, la maestra Niurka González que resulta un concierto de festejos: “Estamos celebrando mi cumpleaños 45 que es el próximo 21 marzo y los 25 años del Dúo Ondina. También es de festejos porque recién estamos volviendo a la presencialidad y aprendiendo a vivir con esta nueva situación, pues ha sido un lapso muy complicado de dos años para toda la humanidad con la pandemia de la COVID-19”, comentó la destaca flautista cubana.

Durante la cita disfrutaremos de dos estrenos mundiales: la Sonata de Primavera, del maestro Leo Brouwer, quien dedicó especialmente la pieza a la versátil intérprete Niurka González, y la obra Ventundina del maestro Jorge López Marín, escrita para el Dúo Ondina y Ventus Habana,

Además, conformarán el repertorio el Cuarteto en Re Mayor KV. 285, del compositor austriaco Wolfgang Amadeus Mozart, con la intervención de la violinista Amelia Febles, la violista Gretchen Labrada y la cellista Gabriela Nardo. También podrán ser escuchadas las Bienaventuranzas I y XX del maestro José María Vitier, con la participación de Malva Rodríguez al piano, y la difícil Suite para flauta y piano del francés Charles-Marie Widor.

La dramaturgia del programa
Al conversar con la maestra Niurka González sobre cómo fue el proceso que llevó a la conformación de este programa, nos explicó: “Quise empezar creando un ambiente muy alegre y el Cuarteto en Re Mayor de Mozart me fascina trabajarlo por la perfección de su fraseo. Es un canto a la energía positiva y un llamado a siempre continuar luchando por la búsqueda incansable de la belleza y en esa genialidad de Mozart eso está”.

De la segunda obra que asume, nos expresó con dicha: “no podía faltar en este mi primer concierto después de esta pausa forzada de dos años, el regalo extraordinario que tenía del maestro Leo Brouwer, quien el año pasado por mi cumpleaños me regaló la Sonata de Primavera, y no había sonado todavía”.

De la tercera pieza remarcó que resulta un autoregalo, pues tiene la dicha de tocar con su hija Malva Rodríguez y asumir dos de las Bienaventuranzas, del maestro José María Vitier. “Estas creaciones de Vitier han sido un regalo hermosísimo, cargado de simbolismo, de cubanía, de expresión, que han traído estos dos años y fueron recogidas en un disco que grabamos juntos. También es un obsequio por el mismo significado de la palabra bienaventuranza; luego de un tiempo aciago, pues añoramos eso, ser bienaventurados y espero que sea así, y poder tocar con Malva es un poco ser bienaventurada”, agregó con beneplácito.

Seguidamente asumirán la Suite para flauta y piano del compositor parisino Charles-Marie Widor, en la interpretación del Dúo Ondina y enfatizó Niurka que sus cuatro movimientos dan prueba de ser una música muy inspirada y que resultan verdadera música de cámara para los dos instrumentos.

Y como cierre de este programa se apreciará el estreno mundial de la obra del maestro Jorge López Marín. Una pieza profundamente hermosa

La excelsa solista Niurka González ha tenido la fortuna y el privilegio de ser imantada por el maestro Leo Brouwer, con quien debutó al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba en el Concertino para clarinete y orquesta de Carl María von Weber. Durante décadas estos nexos han ido estrechándose considerablemente, ya que se le escucha con frecuencia asumir la Sonata para flauta sola que fue registrada en su primer disco, además de las dos Elegias martianas y la Balada en versión para flauta y piano, colaboraron en el CD Homo Ludens del maestro, entre otros. Y ahora el maestro ha tenido el deseo de agasajar a la intérprete con esta especial dedicación de la Sonata de Primavera.

“Es una obra que viene para quedarse en el repertorio cubano para flauta con muchísima fuerza. Tiene tres movimientos y es una hermosísima pieza en la que Leo ya está de regreso, aquí no hay nada que demostrar, todo está dicho”. González expresó que esta es una obra de una madurez tremenda, pues se evidencia el conocimiento pleno de las posibilidades expresivas del instrumento y la dramaturgia de la composición.

“El maestro Brouwer hilvanó esta obra de principio a fin. Dura aproximadamente unos quince minutos y la palabra que me viene a la mente para describirla es que resulta profundamente hermosa”. Al respecto de los retos interpretativos aseguró que, además de la parte técnica que es la base de la obra, es darle coherencia a todas esas ideas que el compositor plasmó y argumentó sobre cómo encontrar las claves para ello: “Él mismo con los títulos -que puso a los movimientos-, condiciona cierta expresión.

Todo está relacionado con la primavera, porque está dedicada a mí, ya que mi cumpleaños es el 21 de marzo, el día del equinoccio de primavera, pues así se llama el primer movimiento, el segundo, Aves de primavera y, el tercero, Rituales de primavera”. De igual forma consideró, que le resulta muy agradable que la obra sea un canto a la primavera, porque es una estación en la que todo renace y, a su juicio, eso le hace falta a la humanidad: un renacer. Una obra muy chispeante

Una entrañable relación ha tenido el Dúo Ondina con el compositor cubano Jorge López Marín, de quien han trabajado su extenso catálogo y muchas obras han sido concebidas para ellas y en este concierto tendrán nuevamente el privilegio de estrenar una obra suya, al respecto declaró Niurka: “La obra de López Marín -que se llama Ventundina-, presenta un formato muy rico, es un septeto, y explora las sonoridades de ambas agrupaciones, tiene momentos de quintetos, de dúo con flauta y piano, y de los siete instrumentos juntos; realmente es muy chispeante”. También detalló que la pieza explota la rítmica cubana y la rítmica compleja, aunque es una obra para conjunto de cámara en un solo movimiento tiene varios temas, algunos más líricos, otros rítmicos, una guajira, y termina con un montuno. De la importancia del repertorio de este maestro en la escena cubana, sentenció: “es fundamental dentro de la creación para flautas de compositores cubanos.

López es un compositor de una formación tremenda con bases muy sólidas y con un lenguaje muy cubano”, observó.

Dúo Ondina: un cuarto de siglo de hermandad
El Dúo Ondina es una formación integrada desde 1997 por la flautista cubana Niurka González y la pianista María del Henar Navarro, ambas solistas desde sus saberes han aportado considerablemente a este conjunto, logrando que sean reconocidas como una de las más afamadas agrupaciones camerales de Cuba y de Iberoamérica. Por más de dos décadas ambas instrumentistas, en total sintonía, obsequian al público amenos encuentros con el arte sonoro y con dos registros imperecederos como Flauta Virtuosa, galardonado con el premio Cubadisco 2004 a la mejor Ópera Prima y el divino lirismo de los compositores y maestros del Conservatorio Superior de Música de París en el CD Habana-París.

Con ejecuciones consideradas por la crítica de magistrales y de muy alto vuelo, estas dos artistas retan, en cada concierto, a nuestros oídos e imaginación en una deliciosa cofradía, resultado de la amistad entrañable y de conjugarse dos intérpretes virtuosas.

Sobre el compartir un trabajo como este durante tanto tiempo, dijo la maestra Niurka González: “Trabajar 25 años con una persona, eso trasciende ya el trabajo, solo ese hecho en sí hace que sea parte de tu familia. El trabajo con María del Henar, la amistad, la hermandad entre las dos, trasciende los hechos musicales. Nosotras somos familias y compartimos la música que es un modo de vida y hay una historia”.

Mencionó que hay una serie de momentos intensos vividos juntas que se integran por conciertos, ensayos, en la casa, la cotidianidad, la enseñanza, en estudios de grabación, tocando en España, Brasil… “Ha sido realmente una vida; es un cuarto de siglo de esa hermandad, es algo muy entrañable y creo que de las satisfacciones más grandes es que compositores nos hayan dedicado sus obras, y entre las dos, las hayamos podido descubrir y estrenarlas juntas”, refirió.

El futuro promisorio de seguir dejando huella
Un importante camino ha transitado el Dúo Ondina, quien ha dejado una impronta en las salas de concierto del mayor archipiélago de las Antillas y, sin embargo, sus integrantes siguen con muchas ansias de seguir defendiendo las mejores creaciones de la música de cámara. “Soñamos poder seguir tocando, que nos sigan escribiendo obras para nosotras y realizar su estreno.

Además, deseamos continuar disfrutando del privilegio que es la música, tanto en proyectos por separadas con otros músicos y también juntas; así nos enriquecemos, nos amplia nuestro universo creativo; también sumarnos con otros formatos y otras formas de trabajar nos enriquecen, soñamos con eso, con seguir”, concluyó.