Obelia
Blanco
Labañino

Obelia Blanco
Nacimiento:  
18
/
6
/
1942

Actriz cubana de la radio y la televisión. Acreedora del Premio Nacional de Televisión 2020 y de la Condición de Artista de Mérito del ICRT. Aunque en sus inicios hizo teatro, es también locutora, integró el colectivo del espacio “Nosotras” de Radio Progreso. Pertenece a la Asociación de Cine, Radio y Televisión (UNEAC). Fundadora de la Emisora Radio Taíno.

Obelia fue huérfana desde muy chica, mestiza y pobre, criada sin amor por una madrastra cruel, pero dotada de una inteligencia fuera de lo común, de osadía, talento y pasión para enfrentar la adversidad, la timidez y sus miedos, hasta construirse una carrera (cuando la oportunidad tocó a su puerta) y convertirse en una de las grandes actrices de la escena cubana.

Desde muy niña quería ser artista (cantante, bailarina, actriz, pintora…) rememora al profesor Manuel Ángel Márquez en las clases de ballet, quien después de mucha práctica y correcciones nos decía: “Fíjense cómo Obelia ondula los brazos”. Y es que lo hacía tan bien y tan suave, que ciertamente parecía una gaviota en pleno vuelo. Tampoco olvida la pulcritud, sonoridad y el “oro” de su carcajada como Obatalá en El algodón ciega a los pájaros, obra con la que se despidiera de la escena santiaguera y con la que ella se iniciaba en el mundo profesional.

Sus primeros pasos en el arte fueron en el Conjunto Dramático de Oriente. Posteriormente se incorpora en 1968, ya en La Habana, a la Emisora Radio Progreso en la que ha desarrollado importantes trabajos como protagonista de novelas, cuentos y espacios seriados.

Obelia Blanco ha obtenido muchísimo premios como actriz y como locutora en los Festivales de la Radio, en los Caricato y Caracol.

En la Televisión Cubana trabajó en Aventuras, como fueron “El león de Damasco”, “El corsario negro” junto a Carlos Gilí; novelas como “El viejo espigón”, “Médico de guardia”, “La dama de blanco”; cuentos, teatros, series como “Sector 40”.

También tuvo la oportunidad de trabajar en los “Mambises”, donde tuvo la oportunidad de hacer de la hermana de un personaje que hacía Limonta que era de los Verdecia, que eran los Maceos, “La guerra de los palmares”, esa fue una aventura de los años 70 que las personas recuerdan. En “El corsario negro” desarrolló el personaje de Yara el cual la marcó para toda la vida, es como si su comienzo hubiera sido en “El corsario”, y antes del corsario hubo una historia larga, hasta un Santiago de Cuba con un Telerebelde, que es ahora TeleTurquino, pero ella es fundadora de Telerebelde en Santiago de Cuba donde competían con Televisión Cubana, con una programación increíble desde Santiago, en vivo y con pocos recursos, ayudados por el pueblo.

Otro trabajo suyo en la Televisión fue en la novela “Cuando el agua regresa a la tierra”, “La dama de blanco” para Obelia esa fue una novela muy linda, tuvo un personaje de esos que toda actriz quiere hacer y que por tanto guarda un recuerdo maravilloso, igual que de Maité Vera, “Lengua de pájaro”, que fue sobre la historia del Níquel en Holguín, una serie memorable.

La sólida formación de Obelia Blanco en la Academia de Teatro, a inicios de los años 60 del pasado siglo, ha constituido una plataforma imprescindible para su proyección ulterior al incorporarse al mundo profesional, interpretando personajes complejos en obras del repertorio universal.

Según Obelia, cuando lee una obra el personaje puede llegarle o no, no quiere decir que haya vivido esa experiencia, para que un personaje llegue, debe estar escrito de una manera que se siente por eso, y a partir de ahí es que empieza a trabajar de adentro para afuera, ella estudió el método Stanislavski, ha estudiado otros pero sigue guiándose por ese, es su manera de trabajar, con fe y sentido de la verdad. Y todos los personajes los aborda desde adentro, desde el corazón.

Obelia, además de actriz, es una artesana de alto quilate, oficio que inició de manera espontánea siendo adolescente por curiosidad creativa. Aprendió a tejer y a coser mirando, solo haciendo las preguntas imprescindibles, hasta que mucho después pudo asistir a una escuela de manualidades para perfeccionarse. Y lo que comenzó como una necesidad intensa por desarrollar sus habilidades, terminó convirtiéndose en un modo de vida que le ha aportado goce personal, beneficios y el orgullo de ser miembro de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas.

Obelia confecciona objetos artesanales, en especial muñecas, para ella la confección de muñecas es, más que un acto comercial o de creación, una manera peculiar de hacer arte. Esta actriz, quien por mucho tiempo se ha dedicado a ese quehacer artesanal piensa que el oficio de la muñequería guarda en sí mismo un alto valor artístico y sentimental.

Dentro de su catálogo de creaciones incluye un extenso trabajo en la confección de carteras y cestas de todos los tamaños y formas solo a base de fibra teñida. De mucha demanda comercial, la oferta de Obelia también pone énfasis en las carteras de fibras entintada. Otros materiales como las hojas de maíz, son muy empleadas por la actriz para fabricar estos artículos.

Hoy Obelia Blanco junto a Alden Knight recrea en 27 minutos en Radio Taino, de lunes a sábado a partir de las nueve de la mañana, las principales tradiciones, costumbres, historias, personajes populares y semblanzas del país en ameno diálogo. También es Locutora del espacio “Mujer” en Habana Radio. Además el pueblo cubano la disfrutó en 2020 en la telenovela “Bajo el mismo Sol”.

Así ha ido construyendo una carrera en ascenso que le ha dado la posibilidad de comunicar, a partir del talento, la disciplina y el rigor con que ha asumido sus múltiples roles, para ganar admiración y respeto entre sus colegas de profesión y el público, televidente o radioescucha, que aún disfruta con sus interpretaciones.

Pero no todo ha sido maravilla en esos tránsitos de Obelia. Momentos de pesar también cuentan. Sobre todo, cuando víctima de la segregación del medio televisivo, en virtud de “nuevas políticas” justo en plena madurez de su carrera entre los 50 y 60 años de vida, se vio apartada con todo el desconcierto y la incertidumbre sobre el porvenir, sin comprender cómo en momentos anteriores hubo que caracterizarla muchas veces para interpretar personajes que la superaban en edad y, paradójicamente, cuando podía asumirlos mejor, por contar con la experiencia acumulada y la apariencia física, no se le ofrecía la oportunidad de interpretarlos.

No obstante, supo llevar con dignidad toda esa carga y alzarse, amparada en su temple y en su formación integral como actriz. La magia de la radio, que había descubierto en Santiago de Cuba y ejercitado en emisoras nacionales, dándole vida a través de su voz a personajes de cualquier edad, sicología, estrato social, y que tantas satisfacciones y reconocimientos le había proporcionado, volvió a ocupar un espacio protagónico en su carrera, entregándose con idéntica pasión, hasta que decidió jubilarse hace 11 años, cuando comenzó a sentir cierto enrarecimiento en el ambiente creativo, que ya no llenaba sus expectativas.

Con más de siete décadas y media de vida Obelia es aún una mujer que sueña. Los desalientos nunca han logrado derrotarla ni apartar de su existencia el deseo de crear. Afortunadamente, en la segunda década del siglo XXI han vuelto de nuevo a ella la mirada para “redescubrir” a la gran actriz, para devolverla a la pantalla en las novelas Cuando el amor no alcanza, La sal del paraíso y En fin el mar, Bajo el mismo sol. El programa infantil Tren de Maravilla cuenta con la locución de Obelia y podemos disfrutar todas las semanas del inigualable timbre de su voz en Elogio de la Memoria. Algunas incursiones cinematográficas también cuentan en estas oportunidades de renacimiento de la actriz para continuar incrementando su grandeza.

En el 2020 Obelia recibe el Premio Anual de la Radio y la Televisión para esta mujer que aprendió el arte del chef con recetas de cocina sacadas de revistas para luego inventar las suyas; que gusta de la buena música y disfruta a plenitud la intimidad en su corta familia, donde su hija ha ocupado siempre el lugar cimero y ahora se duplica con la llegada de la nieta, quien ya reconoce en la abuela a ese ser excepcional que canta para ella, ríe y sueña aún, con la energía interior de aquellos días, en que siendo todavía tan pequeña, imaginaba ese mundo de maravilla del arte, al que pudo llegar a fuerza de coraje, con el talento y la pasión que identifica a las grandes mujeres cubanas, que en las circunstancias más difíciles no han dejado morir la utopía.

Premios y reconocimientos
Premio Nacional de Televisión 2020
Premio ACTUAR por la Obra de la Vida 2018
Distinción Raúl Gómez García
Distinción por la Cultura Nacional
Medalla Alejo Carpentier, 2002
Placa José María Heredia, 2008
Distinción "Artista de Mérito", 2008
Sello Aniversario 85 de la Radio Cubana


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