Nace en Santiago de Cuba la soprano y pedagoga.

Adquirió su técnica vocal en La Habana, guiada por el maestro Dominicis, quien la presentó en recitales públicos (1936) y la hizo debutar profesionalmente como integrante de Ópera Nacional, donde protagonizó, siempre dirigida por su maestro, la ópera Tosca, de Puccini, en el Teatro Nacional, 1939 y algunos fragmentos de La rondine, del mismo autor (1942), en su primera audición en Cuba.

Otros personajes interpretados por ella fueron la Mimì (de La bohème) y Micaéla (de Carmen), que cantó en los Estados Unidos junto al tenor español Pablo Civil con la San Carlo Opera Co.

Hasta 1956 desarrolló una amplia labor como concertista en la que se hizo acompañar de Alfredo Levy, Rafael Morales, Francisco Godino, entre otros eminentes pianistas cubanos.

Dedicada a la docencia durante varias décadas, fue maestra de una pléyade de cantantes cubanos contemporáneos, entre los que se destacan las sopranos Lucy Provedo, Emelina López, María Esther Pérez y Amalia Arriaza.

En la década de 1950 formó parte del cuerpo diplomático cubano .