José Antonio
Saco
López-Cisneros

José Antonio Saco López-Cisneros
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Otro Lunes
Nacimiento:  
7
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5
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1797
Fallecimiento:  
26
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9
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1879

Abogado, político y sociólogo cubano. Uno de los líderes del reformismo colonial, enfrentó el criterio anexionista y fue un estudioso de la esclavitud, su historia y sus consecuencias para la sociedad cubana.

Nació en Bayamo. Fue hijo primogénito del abogado Joseph Rafael Saco Anaya, santiaguero radicado en Bayamo, donde llegó a regidor y alcalde, y de María Antonia López-Cisneros, propietaria de algunos bienes y miembro de una prestigiosa familia criolla. Aprendió las primeras letras en su ciudad natal. Fue puesto bajo la custodia de su abuela materna al quedar huérfano, pero varias causas judiciales afectaron el patrimonio familiar y el joven se trasladó a Santiago de Cuba para residir con una tía paterna, miembro de la oligarquía local. En 1814 ingresó en el Seminario de San Basilio el Magno, donde estudió Derecho y Filosofía. Más tarde se trasladó a La Habana para estudiar filosofía en el Seminario de San Carlos, donde fue discípulo de Félix Varela.

En 1821 se graduó en la Real y Pontificia Universidad San Gerónimo de La Habana (Universidad de La Habana) y asumió en el Seminario de San Carlos el cargo de profesor de Filosofía en sustitución de su maestro, cuando este fue electo diputado a Cortes. Allí también ocupó la Cátedra de Ciencias Físicas. Publicó sus primeros trabajos en el Diario Constitucional de La Habana y en la Gazeta de La Havana, en 1820 y 1822, respectivamente.

En 1824 marchó a Estados Unidos en viaje de estudios. Residió en Nueva York y en Filadelfia, y visitó con frecuencia a Varela, ya exiliado en ese país. Regresó apresuradamente a Bayamo en 1827, al morir su hermana, para arreglar asuntos familiares. Luego residió en Camagüey y en el entonces famoso cafetal Angerona, en las cercanías de La Habana, dedicado a la lectura en la notable biblioteca de la casa, y a escribir. Al año siguiente regresó a Estados Unidos y se estableció en Nueva York, donde fundó, junto a Varela, El Mensajero Semanal (1828-1831), importante revista de temas políticos, literarios y científicos, que atendió particularmente los problemas del continente americano e influyó significativamente en la juventud liberal cubana. Obtuvo el premio de la Sociedad Económica de Amigos del País por su Memoria sobre caminos en la Isla de Cuba, y también en 1831 por su Memoria sobre la vagancia, un estudio sociológico acerca de la influencia de la esclavitud sobre la psicología social y los hábitos laborales en la Isla.

De nuevo en Cuba en 1832, fue nombrado director de la Revista Bimestre Cubana -órgano de la Comisión Permanente de Literatura de la Sociedad Económica de Amigos del País-, en la cual publicó varios trabajos de temas económicos sobre la esclavitud, la trata y la competencia del azúcar de remolacha. En Análisis de una obra sobre el Brasil, expresó por vez primera su opinión en favor de sustituir la trata esclavista por la inmigración blanca. Tales ideas le ganaron el rechazo de los plantadores, quienes lo reputaron como peligroso enemigo, y tras una polémica en torno a la Academia Cubana de Literatura, cuya defensa asumió vigorosamente, fue deportado en 1834, por orden del capitán general Miguel Tacón.

Viajó a Gran Bretaña y a Francia, y más tarde a Madrid, donde continuó escribiendo acerca de los problemas de Cuba, con la esperanza de encontrar apoyo entre los sectores liberales de la política española. Al mismo tiempo siguió cursos de química en la Universidad de la Sorbona, en París. En 1836 fue electo diputado a las Cortes españolas por el Departamento Oriental de la isla de Cuba, con el sostén económico de su hermano; pero no pudo ocupar su asiento, pues ese órgano se opuso a que las colonias fuesen en él representadas y a que se les gobernase por leyes especiales. Sacó impugnó ambas decisiones en sus escritos. De 1837 a 1845 viajó por Portugal, Francia, Italia, Austria y Alemania, aunque residió mayormente en París. Sostuvo una ardorosa polémica pública contra la idea de la anexión de Cuba a Estados Unidos, en que tuvo por contrincantes, entre otros, al escritor Cirilo Villaverde y a su amigo Gaspar Betancourt Cisneros, quien lo conminó a apoyar ese criterio; pero Saco temía que la nacionalidad cubana fuese absorbida por la nación norteña. Publicó en París Papeles sobre Cuba, compilación de sus escritos de temas cubanos. En 1861 pasó varios meses en su patria, dedicado a liquidar los restos de la herencia de su esposa y a buscar apoyo económico para publicar un periódico cubano en París. Al año siguiente comenzó a colaborar en el periódico madrileño La América, de Eduardo Asquerino, en el cual expuso sus opiniones reformistas. Fue nombrado corresponsal del Liceo de Matanzas y Académico de Mérito de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana.

En 1865 se le eligió comisionado por Santiago de Cuba a la Junta de Información, órgano creado para establecer las bases sobre las cuales descansarían las leyes que, en beneficio de la Isla, habrían de presentarse en las Cortes. Se trasladó a Madrid en 1866 y participó activamente en las sesiones de la Junta; mas esta resultó un fracaso. Regresó París y se dedicó a terminar su monumental Historia de la esclavitud, obra en cuatro tomos, alejado ya de los asuntos cubanos, y opuesto a la lucha armada cuando se desencadenó la Guerra de los Diez Años. En 1877 se trasladó Barcelona, España, y en 1879 resultó electo diputado a Cortes por el recién fundado Partido Liberal. Pero la muerte, que lo sorprendió en esa ciudad el 26 de septiembre de 1879, le impidió ocupar su escaño en las Cortes españolas.

A lo largo de su vida, aparecieron sus trabajos -además de en las publicaciones antes mencionadas-, en el Diario de La Habana, la Revista de Cuba y la Revista de la Sociedad Geográfica de Cuba, entre otras.

José Antonio Saco fue un crítico despiadado del sistema esclavista, pues consideró su empleo como fuerza de trabajo fundamental en la plantación un elemento retardatario del desarrollo económico de la Isla, aunque se limitó a defender la abolición gradual e indemnizada. En el plano político aspiró, como reformista, a que Cuba se mantuviese como provincia española, con el disfrute de todos los derechos que ello significaba. Su debate con los anexionistas contribuyó a fijar la identidad cubana. Su obra se caracterizó por la brillantez de los análisis y la cuidadosa argumentación de los criterios.

Bibliografía activa

Obras de José Antonio Saco compiladas por primera vez y publicadas en dos tomos por un paisano del autor, t. I, Libr. Americana y Extranjera, Nueva York, 1853.

Colección de papeles científicos, históricos, políticos y de otros ramos sobre la isla de Cuba, ya publicados ya inéditos, 3 t., Impr. de D’Aubusson y Kugelmann, París, 1858-1859; t. I, Ministerio de Educación, La Habana, 1960; t. II y III, Ministerio de Educación, La Habana, 1962.

Historia de la esclavitud desde los tiempos más remotos hasta nuestros días, t. I, Tip. Lahure, París, 1875; t. II, Impr. de Kugelmann, París, 1875; t. I, Impr. Alfa, La Habana, 1936; t. II y III, Impr. Alfa, La Habana, 1937.

Historia de la esclavitud de la raza africana en el Nuevo Mundo y en especial en los países Américo-hispanos, Impr. de Jaime Jepús, Barcelona, 1877; Cultural, S.A., La Habana, 1933; t. I, Ed. Alfa, La Habana, 1937; t. II, Ed. Alfa, La Habana, 1944.

Historia de la esclavitud de los indios en el Nuevo Mundo, Establecimiento Tipográfico de la Viuda de Soler, La Habana, 1883; Cultural S.A., La Habana, 1932; Ed. Alfa, La Habana, 1945.

Documentos para su vida, Anotados por Domingo Figarola-Caneda, Impr. El Siglo XX, La Habana, 1921.

Contra la anexión, Recopilación de sus papeles con prólogo y ultílogo de Fernando Ortiz, Cultural S.A., La Habana, 1928; Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1982.

Ideario reformista, Publicaciones de la Secretaría de Educación, La Habana, 1935.

Acerca de la esclavitud y su historia, Selección e introducción por Eduardo Torres-Cuevas y Arturo Sorhegui, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1982.

Historia de la esclavitud en las colonias francesas, Compilación, introducción y notas por Orestes Gárciga Gárciga, Sociedad Económica de Amigos del País y Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 2002.

Bibliografía pasiva

CAMACHO, PÁNFILO: José Antonio Saco. Estudio biográfico, Impr. Molina y Cía., La Habana, 1936.

CODINA CARREIORA, PABLO: Ensayo para una biografía de José Antonio Saco. La realidad de su pensamiento, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, 1967.

FERRARA, ORESTES: Ideas políticas de José Antonio Saco, Impr. de Cuba y América, La Habana, 1909.

GUERRA, RAMIRO: José Antonio Saco y la educación nacional, Impr. El Siglo XX, La Habana, 1915.

LORENZO, RAÚL: Sentido nacionalista del pensamiento de Saco, Ed. Trópico, La Habana, 1942.

MERINO BRITO, ELOY G.: José Antonio Saco: su influencia en la cultura y en las ideas políticas de Cuba, Molina y Compañía, La Habana, 1950.

MORENO FRAGINALS, MANUEL: José A. Saco. Estudio y bibliografía, Universidad Central de Las Villas, La Habana, 1960.

ORTIZ, FERNANDO: José Antonio Saco y sus ideas cubanas, Impr. y Libr. El Universo, S.A., La Habana, 1929.

PONTE DOMÍNGUEZ, FRANCISCO: La personalidad política de José Antonio Saco, 2da. ed., Impr. Molina y Cía., La Habana, 1932.

PORTUONDO ZÚÑIGA, OLGA: José Antonio Saco, eternamente polémico, Ed. Oriente, Santiago de Cuba, 2005.

SOTO, JOSÉ ANTONIO: José Antonio Saco. El polemista incansable, Ed. Atenea, Santiago de Cuba, 1997.

Fuente: EnCaribe.org