Ernesto Fernández Arrondo

Ernesto Fernández Arrondo
Nacimiento:  
7
/
1
/
1897
Fallecimiento:  
26
/
7
/
1956

Poeta y periodista cubano. Cultivó el periodismo y acabó convirtiéndose en una de las figuras destacadas de la prensa cubana de su época, en la que desempeñó un papel relevante desde su condición de redactor del rotativo Diario de la Marina.

En su faceta de escritor, Ernesto Fernández Arrondo sobresalió por el cultivo de una obra poética de acusado lirismo atenuado por la sensibilidad y la delicadeza.

En los años 1921 y 1922 gana los concursos de poesía de los Juegos Florales de Oriente, Cienfuegos y Cárdenas. Obtuvo el Premio Nacional de poesía del Ministerio de Educación. Entre sus obras se destacan Bronces de libertad (1923), Inquietud (1925), Hacia mí mismo (1950).

Destacado literato, poeta y periodista, que supo imponer a sus quebrantos físicos, su gran vocación periodística y poética.

Fue un poeta de esencias clásicas, imprimiendo aires modernos a su lírica. Fue quizás, el poeta cubano de la época moderna que más cumplidamente llegó a la idealización del tema amoroso y el que más trascendencia filosófica le imprimiera.

Su nombre figura, por derecho propio, en un lugar eminente en el Parnaso cubano. Cantó a la Patria y a sus próceres y cantó al Amor en todas sus facetas.

Como periodista, supo renovar cada día el interés en el ánimo de sus lectores, ganados por una prosa fluida y certera, como exige la crónica cotidiana, logrando se le confiara la responsabilidad de hacer el suplemento literario del Diario de la Marina.

Muy joven aún publicó su primer libro Bronces de Libertad de tono patriótico, al que siguieron Inquietud, en que aparece el poeta dulcemente amoroso y Tránsito, que mereció grandes elogios del público y de la crítica refrendados por su obra posterior.

Ernesto Fernández Arrondo fue un poeta de tradición, un hombre todo luz con amnesia de lo gris, un hombre de profunda fe religiosa, cuyo espíritu se elevaba sobre las miserias humanas.

Fue un lujo intelectual que se permitía la Villa de Güines, arrullada en las hermosas noches tropicales por las aguas rumorosas del Mayabeque y los líricos acentos de aquél, su poeta, que la llevaba siempre en su corazón. Falleció en su Villa natal el 26 de junio de 1956.

Fuente: Círculo Guinero.org