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Paulo César es el nombre del primer niño registrado en Cuba como hijo de dos madres

Recientemente, el Ministerio de Justicia de Cuba emitió la certificación de nacimiento que reconoce la doble maternidad o la maternidad compartida de la pareja conformada por Dachelys Valdés y Hope Bastian, residentes en el habanero municipio de Plaza de la Revolución.

Dachelys le explicó a Prensa Latinaque ese constituye el primer paso para la obtención de la ciudadanía del menor y argumentó que los trámites, iniciados vía correo postal desde Estados Unidos, hoy se encuentran paralizados como consecuencia de la Covid-19.

El documento, con apoyo legal en el artículo 7 de la Constitución de la República de Cuba registra, además, el derecho a formar una familia, cualquiera que sea su forma de organización y vela por el interés superior del pequeño y su derecho a ser inscrito.

“Ya está el camino abierto y más personas podrán lograrlo, hasta que el futuro Código de Familias lo regule para todos y no tengan que ser dictámenes específicos. Cuba tiene facilidades y posibilidades de ser armónica, de tener coexistencia y de ofrecer derechos a las personas”, expresó.

La pareja, escogió a Cuba para educar a su hijo. “Sí, tenemos otras opciones. Podemos incluso vivir en Estados Unidos, pero todos los lugares tienen sus cosas positivas y negativas y cuando nosotras ponemos eso en una balanza, Cuba sale ganando siempre”, explicó Hope.

Dos años antes del nacimiento de Paulo César, cuyo nombre alude al poeta peruano César Vallejo y al filósofo brasileño Paulo Freire, Dachelys y Hope se casaron legalmente en el estado norteamericano de Florida. En ese país, tras un proceso de reproducción asistida nació el niño en 2019.

Si bien Cuba aún no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, el Ministerio de Justicia aprobó en el dictamen poner “madre y madre”, como aparece en la inscripción de nacimiento de Paulo, emitida en el Hospital de la Florida.

Coinciden en que las muestras de apoyo recibidas, tras la difusión de la noticia demuestran la disposición de la sociedad cubana de abrazar la pluralidad sin prejuicios, estereotipos o juicios errados.

“A veces cuando salimos a jugar con Paulo, hay quien nos dice: él se ve tan contento. Pues claro, es un niño feliz. Tiene dos personas completamente enamoradas de él, pendientes de sus necesidades, compartiendo cada juego, comida y despertar”, afirmó Dachelys.

“Familia es amor, no son roles, ni orientaciones, razas o etnias. No hace falta dar a luz, no hace falta cumplir un rol biológico, no hace falta ninguna de esas cosas cuando tienes la decisión consciente de amar a alguien, de traer un niño o niña al mundo, de amarlo y darle todo, ya eso es familia”, concluyó.

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