Fue el percusionista que creó y dirigió, hasta su deceso el legendario grupo Los Papines.

Dueño de un estilo personal, que irradió pasión con sus toques llenos de folclor, y logró dibujar a Cuba, también desde esa zona de la melodía nacional.

De niño se vinculó al arte cuando participa a los 7 años en la filmación de una película. Posteriormente fue miembro de varios grupos musicales entre los que se encuentran el Conjunto Modelo, el Conjunto de Félix Chapotín y el Conjunto Estrellas de Chocolate, en los que mantuvo su singular ritmo.

Desde 1955, el célebre Cabaret Tropicana lo tuvo en escena un trabajo que conjugó por aquella fecha con la agrupación Guaguancó Papín, la cual daría lugar a la creación de Los Papines, excepcional grupo de voces y percusión, a inicios de la década de 1960.

Junto a sus hermanos Luis, Jesús y Alfredo, Ricardo emprendió el mayor proyecto de su vida. Encauzó con éxito un conjunto donde las voces y la percusión se dieron la mano. Con guaguancó, columbia, yambú y otras variantes de la rumba, y sin dejar de lado los boleros y los sones, Papín fue aplaudido con su grupo en escenarios nacionales y extranjeros. Al triunfo de la Revolución, se sumó a su amplio movimiento cultural sin descuidar la vinculación a las actividades sociales.

Desde el punto de vista artístico, durante más de cuatro décadas, fue un ferviente promotor de los mejores valores de nuestra cultura por todo el mundo.Recibió, entre otras distinciones, la medalla Alejo Carpentier.

Los Papines son un emblema en el mundo entero. A esa agrupación hubo que respetarlos en el mundo de la rumba y el baile. Su presentación se hizo indispensable en casi todos los espectáculos de música cubana autóctona tanto en Cuba como fuera de ella. La televisión los llamó una y mil veces, en los demás espectáculos siempre eran llamados porque sabían que decir Papines era decir seriedad disciplina y abnegación al trabajo sea cual fuere. Son, desde su creación, una de las agrupaciones rumberas más conocidas en Cuba y en el exterior por la calidad y la originalidad de sus interpretaciones musicales, en las que demuestran ser unos verdaderos maestros de la percusión cubana. Estos embajadores de la música cubana han puesto a bailar con la percusión cubana a muchos en diversos países, entre ellos Francia, Japón, Rusia, Canadá, Alemania, México, Estados Unidos... Y han grabado numerosos discos, además de sus innumerables actuaciones en Radio y TV.

Después de casi 50 años de carrera artística continúan siendo una referencia en el ámbito de la percusión afrocubana y afro caribeña. Con solo cinco músicos se apoderan de la escena y crean un espectáculo irrepetible haciendo las delicias del público, combinando las más genuinas manifestaciones de la rumba, ya sea en teatro o cabaret.

Tras su fallecimiento, la agrupación ha sido renovada con la incorporación de dos nuevas figuras, pertenecientes a la más joven generación de músicos familiares. Ello ha dado un giro más moderno a sus actuaciones llegando a realizar magistrales interpretaciones de corte jazzístico.

Premios otorgados: 2002. Medalla "Alejo Carpentier" -