María Teresa
Vera

María Teresa Vera
Foto
Telesur
Nacimiento:  
6
/
2
/
1895
Fallecimiento:  
17
/
12
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1965

A muy temprana edad empezó a darse a conocer en los ambientes de bohemia y trova. Empezó a cantar en 1911 y el cantante Manuel Corona le aconsejó que aprendiera a tocar la guitarra. La niña cantadora, a quien todos reclamaban en las fiestas entre amigos, se volvió muchacha y, a sus dieciséis años, se presentó, desconocida como era, en un beneficio (especie de homenaje de sus colegas hacia un artista) dedicado a Arquímedes Pous.

Aprendió a tocar guitarra con Manuel Corona y Patricio Ballegas, su primera presentación en público fue el 18 de marzo de 1911, el aclamado debut vino cargado con el estreno de una de las más hermosas canciones cubanas de todos los tiempos: la criolla Mercedes, recién compuesta por Manuel Corona y tuvo lugar en el Teatro Politeama Grande, ubicado en la Manzana de Gómez, en fecha que, muy pronto, hará arribar este contecimiento a su centenario: el 18 de mayo de 1911.

María Teresa conformó un dúo de leyenda junto a Rafael Zequeira y entre 1914 y 1924 grabaron casi 200 canciones, muchas de las cuales fueron éxitos populares inmediatos como A llorar a Papá Montero. Conoce a Ignacio Piñeiro y le enseña a tocar el contrabajo.

A partir de 1918, comienzan sus viajes acompañada de quienes integraban con ella las combinaciones a dos voces así como aquellos que asumían parte del acompañamiento instrumental. Su arte único y diverso quedó registrado para los sellos Víctor, Columbia y otros como Brunswick. Actuó también en vivo en ese país; años después, viajó a Yucatán. A partir de la década de los treinta, ya a dúo con Lorenzo Hierrezuelo en esa alianza que duró veintisiete años, logró una presencia en la radio a través de un programa fijo en CMQ así como en la nunca suficientemente valorada Radio Cadena Suaritos en cuyo archivo quedó sepultada buena parte de ese capítulo de la historia musical cubana que abarcó tres décadas de valioso quehacer.

En 1926 funda el Sexteto Occidente, dentro de la tradición cubana de sextetos de son. También cantó en el Grupo Típico de Carlos Godínez.

María Teresa salía por todos los caminos en busca de la gente, asombrada ante los poderes de esas canciones que le tocaba escuchar, de primera mano, en las voces de quienes las acababan de traer al mundo. Cantaba en parques, hospitales, tabaquerías, logias, sociedades y gremios, en escenarios de teatro y en cines de barrio -muy especialmente en el Esmeralda, emblemático sitio de trova, un local pequeñito y encantador (lamentablemente irreconocible desde hace algunos años), ubicado en las inmediaciones del Mercado de Cuatro Caminos. Una mujer arrestada y deslumbrante rodeada de caballeros enguitarrados que la escoltaban como ángeles, retando a los públicos más zafios -aquellos que, por su parte, jamás la sometieron al rigor de las rechiflas. Así era ella (como hubiera dicho Oscar Hernández).

Este conjunto fue fundado por María Teresa Vera a instancia de sus productores musicales. Esto se debió fundamentalmente a la gran demanda que tenían lo sextetos de son a mediados de los años veinte. La agrupación contó como miembros, amén de María Teresa, con Ignacio Piñeiro en el contrabajo, Julio Torres en el tres, Manuel Reinoso en el bongó y Paco Sánchez en las maracas. Su carrera duro pocos años y sus grabaciones fueron escasas. Este grupo desarrolló su carrera en gran medida en contraposición al Sexteto Habanero, su competencia.

Estos dos grupos desarrollaron la forma de tocar el son a la habanera y fueron los primeros en definir sus características. Es notorio en ambos grupos, dentro de la tradición más pura de la percusión afrocubana, el criterio libre del bongosero al ejecutar. En contraposición se opone la dictadura de la clave en 3 y 2. El tres en la melodía, la guitarra y el bajo en la armonía, y la sal de las maracas completan el cuadro sonoro de una de las músicas más místicas de América.

Adepta de la religión afro-cubana, decide hacerse santera y deja la música hasta 1936, cuando reaparece en un programa de Radio Salas con un cuarteto compuesto por Justa García, Dominica Verges y Lorenzo Hierrezuelo. Pero el Cuarteto se separa después de la emisión de radio. Entonces la acompaña Hierrezuelo en un dúo que durará más de veinticinco años durante los que María Teresa Vera se reafirma como una de las primeras voces de la Trova. Con Hierrezuelo fue a México, en 1954 y actuó en centros nocturnos aztecas.

A mediados de la década de los cincuenta del siglo XX, produce en televisión El Casino de la Alegría. Los homenajes a María Teresa Vera llegan en los años sesenta, en 1962 enferma y decide retirarse de la escena. Fallece en 1965. Su temas más conocido, Veinte años, será interpretado por los más grandes cantantes cubanos.

Durante más de 50 años, desarrolló una fructífera labor en el mundo artístico, marcando de manera singular la canción con sus composiciones e interpretaciones , por lo que fue catalogada como la más alta expresión femenina de la trova tradicional de nuestro país.

Las últimas presentaciones de María Teresa Vera tuvieron lugar en 1961, justamente en ese año se grabó una colección de canciones suyas, que fue reeditada en 1999 por el sello discográfico EGREM, bajo el título Las canciones de Maria Teresa Vera , como homenaje a su dedicación a la canción cubana.

Entre sus obras se encuentra esa página clásica de la música popular cubana titulada Veinte Años , que a través del tiempo ha conservado la frescura y el encanto con que fuera compuesta, al ser interpretada por múltiples artistas y agrupaciones nacionales. Esta canción fue compuesta en 1935 siguiendo el estilo de la habanera, género aparecido en el siglo XIX y ejecutado en dos niveles, el popular y el lírico. Para ella y para Miguel Matamoros, la habanera fue una canción de amor para cantarla a dúo de voces y guitarras

Algunos estudiosos se inclinan a adjudicar el contenido de esta canción a una triste experiencia amorosa sufrida por Guillermina Aramburu, amiga de Maria Teresa. Lo cierto es que Veinte años, hizo famosa a Maria Teresa.

En 1995 se edita el disco homenaje de título A María Teresa Vera (Nubenegra, 1995), en el que participan intérpretes de la talla de Omara Portuondo, Martirio, Pablo Guerrero, Gema y Pável, Jacqueline Castellanos, Uxía o Argelia Fragoso que interpretan sus canciones.

Discografía
TUMBAO TCD 090 Maria Teresa y Zequeira - El Legendario Dúo de la Trova Cubana
TUMBAO TCD 087 SEXTETO OCCIDENTE Yo no tumbo caña


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