Juan Tomás
Roig
Mesa

Juan Tomás Roig Mesa
Foto
Deportes, Cine y Otros
Nacimiento:  
31
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5
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1877
Fallecimiento:  
20
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2
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1971

Juan Tomás Roig Mesa (1877-1971). Científico cubano, que se distinguió por su labor en las ciencias naturales, tanto en la investigación como en la docencia. Uno de los más eminentes botánicos de Cuba.

Juan Tomás Roig nació en Santiago de las Vegas, poblado de las cercanías de La Habana. A temprana edad quedó huérfano de padre. Carente de recursos económicos, su madre se vio obligada a trabajar para poder atender las necesidades de sus cuatro hijos. De su propia progenitora, Roig aprendió las primeras letras, y más tarde inició estudios primarios en una escuela pública de su pueblo natal.

A los once años se incorporó a la actividad laboral como aprendiz de tabaquero. En 1894 marchó a Cayo Hueso, Estados Unidos, donde trabajó en ese oficio en una factoría cuyos propietarios eran también oriundos de Santiago de las Vegas. Junto a otros cubanos emigrados, participó en el Club Patriótico “Comandante Juan Monzón”, vinculándose de ese modo al Partido Revolucionario Cubano, fundado y liderado por José Martí.

En 1898 regresó a Cuba, y su afán de saber hizo que conjugara el estudio y el trabajo retornando a la tabaquería, aunque por poco tiempo, ya que comenzó a prepararse como maestro. Así, obtuvo el certificado de maestro de instrucción primaria en 1901, y comenzó a ejercer la profesión de inmediato.

Al año siguiente ingresó en la Universidad de Harvard, Boston (Estados Unidos), donde obtuvo el título de maestro de inglés, y en el propio año 1902 ocupó una plaza de esa especialidad en La Habana.

Se graduó como Bachiller en Letras y Ciencias en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana en 1906, y matriculó de inmediato en la Facultad de Letras y Ciencias de la Universidad de La Habana.

Durante sus estudios universitarios obtuvo reconocimientos a su aplicación. Entre ellos, el Premio Ordinario de Botánica (1907-1908), el Premio Ordinario de Farmacología y el Premio Especial Sarrá (1908-1909), y el Premio Ordinario en Fitografía (1909-1910).

Se graduó en 1919 como Doctor en Farmacia y Perito agrónomo. Al respecto, siempre manifestó que su interés por la botánica surgió desde que asistía a las clases que impartía el doctor Manuel Gómez de la Meza, quien sería para él, además de maestro, colaborador y amigo.

Publicó en la revista estudiantil El Estímulo, del Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana, su primer trabajo de botánica: “Calendario botánico”, que apareció periódicamente entre 1906 y 1912. En ese último año obtuvo los grados de Doctor en Ciencias Naturales -con su tesis “Las cactáceas de la flora cubana”- y de Doctor en Ciencias Físico-químicas.

En dos oportunidades -1909 y 1912- ganó por oposición la ayudantía técnica de la Cátedra de Botánica de la Universidad de La Habana. Sin embargo, su mayor y principal trabajo fue el que llevó a cabo en la Estación Experimental Agronómica de Santiago de las Vegas, en la que fue designado jefe del Departamento de Botánica en 1913.

Dos años más tarde inició exploraciones que lo llevaron a recorrer el archipiélago cubano para conocer las peculiaridades del paisaje, observar su flora y los tipos de suelo, y distinguir las distintas especies de formaciones vegetales. Compartió sus observaciones con colaboradores y amigos, y las dejó plasmadas en artículos, conferencias y en su obra en general.

Su labor le granjeó durante más de medio siglo magníficos resultados científicos de valor botánico-económico, como la depuración para la reconstrucción de las variedades cubanas de tabaco havanensis (Circular No 54, Estación Experimental Agronómica de Santiago de las Vegas, 1916). Dio a conocer algunos de sus resultados de investigación en la Sociedad Cubana de Historia Natural “Felipe Poey”.

En 1917 ganó por oposición la Cátedra de Cosmología, Biología e Historia Natural del Instituto de Segunda Enseñanza de Pinar del Río, donde trabajó por más de quince años.

En 1934 regresó a prestar servicios en la referida Estación de Santiago de las Vegas, donde permaneció hasta 1940, fecha en que fue designado jefe de la Sección de Investigaciones del Departamento de Química, cargo que desempeñó junto con la explicación de la Cátedra de Botánica de la Escuela Forestal.

Roig investigó y clasificó numerosos ejemplares de plantas maderables de Cuba, y luchó por evitar la destrucción de los montes cubanos; al respecto, tuvo a su cargo la redacción de un proyecto de legislación forestal y parques nacionales. De igual forma, llevó a cabo detallados estudios sobre las especies y variedades de malangas cultivadas en la Isla.

Fue un estudioso infatigable, que dejó un saber excepcional sobre la flora útil, con particular atención en las plantas medicinales, de las que logró valorar y aclimatar más de quinientas especies.

Su labor de intercambio con otras estaciones experimentales, jardines botánicos y universidades, enriqueció sus búsquedas al respecto.
Se esforzó por aclimatar muchas plantas medicinales, y desarrolló trabajos con vistas a la industrialización de sus productos, con el fin de crear una verdadera industria químico-farmacéutica en el país.

Como presidente de la Comisión de Plantas Medicinales, promovió el conocimiento, la caracterización y el estudio profundo de dichas especies, lo cual lo situó entre los pioneros de esa especialidad.

Abordó diferentes aspectos de la botánica económica, la fotoquímica, el área forestal, la ecología, la sistemática, la protección, la conservación y propagación de especies, y la necesidad de crear reservas naturales, áreas protegidas, jardines botánicos y parques naturales. Asimismo, compiló millares de nombres vulgares utilizados por la población para reconocer las plantas en las diferentes provincias del país, los cuales divulgó en sus obras.

Se distinguió, además, como educador y maestro, y dejó una fecunda obra escrita, en la que se destacan su Diccionario botánico de nombres vulgares cubanos (1928), Plantas medicinales, aromáticas o venenosas de Cuba (1945), y Dos malvas textiles cubanas (1919).
Importantes contribuciones científicas de Juan Tomás Roig fueron también Una excursión al Cabo de San Antonio, Pinar del Río (1925), Árboles maderables cubanos. Su localización por provincias y regiones (1967), y Especies y variedades de malangas cultivadas en Cuba (1973), entre otras muchas.

Participó en numerosas reuniones científicas nacionales e internacionales, como el Octavo Congreso Científico de Washington (Estados Unidos, 1940), el Primer Congreso Botánico de América del Sur (Brasil, 1940) y el Congreso Internacional de Botánica (Suecia, 1950). En todos, intervino en defensa de la botánica cubana y destacando los valiosos recursos naturales de la Isla.

Fue en 1914 fundador de la Sociedad Cubana de Historia Natural “Felipe Poey”, y miembro de mérito de la Sociedad Cubana de Botánica, desde julio de 1946.

Tras el triunfo de la Revolución Cubana, el 1 de enero de 1959, fue designado como miembro de la Comisión Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba (1964).

Su fructífera labor científica lo hizo acreedor de múltiples títulos y reconocimientos, como la Medalla de Oro y Diploma otorgados por la Sociedad Geográfica de Cuba; las órdenes nacionales “Carlos Manuel de Céspedes”, como Caballero y como Comendador; la Orden de Comendador del Mérito Agrícola e Industrial de Cuba y el título de Ingeniero Agrónomo Honoris Causa, que le otorgó la Universidad de La Habana en 1962.

Al fallecer Juan Tomás Roig en La Habana, el 20 de febrero de 1971, la comunidad científica cubana, y todo el pueblo, le rindieron póstumo homenaje en la sede de la Academia de Ciencias de Cuba.

El Instituto de Ecología y Sistemática del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente custodia hoy el herbario que fue resultado de sus estudios de botánica económica y constancia de las especies botánicas evaluadas y citadas por él en sus dos grandes obras, así como su colección de maderas, muestra de sus desvelos en el campo de las investigaciones forestales. En reconocimiento a sus aportes a la botánica, muchos autores han nombrado, en homenaje suyo, géneros y especies nuevas, que honran su memoria.

De igual forma, entre los centros que ostentan hoy su nombre se encuentra la Estación Experimental de Plantas Medicinales “Juan Tomas Roig”, en Güira de Melena (La Habana), creada en 1973. También lleva su nombre la Asociación Nacional de Aficionados a la Botánica "Juan Tomás Roig y Mesa", cuyo órgano de relación es el Instituto de Ecología y Sistemática, y el Centro Nacional de Medicina Alternativa "Juan Tomás Roig", integrado por jóvenes científicos interesados en esa disciplina.

Fuente: EnCaribe.org