Juan Abrantes Fernández

Juan Abrantes Fernández
Foto
Verde Olivo
Nacimiento:  
9
/
7
/
1935
Fallecimiento:  
23
/
9
/
1959

Juan Abrantes Fernández nació en un humilde hogar habanero. Su infancia transcurrió en medio de un hogar obrero que contribuyó a la forja de su carácter.

En el curso escolar 1956-57 inició estudios de Ingeniería Eléctrica en la Universidad de La Habana, donde además de participar en diversas actividades desde las filas del Directorio Revolucionario, practicaba con éxito varios deportes como gimnasia, atletismo y rugby, en el estadio que hoy lleva su nombre en la casa de altos estudios.

En 1956 era visita asidua en la casa de la familia Díaz-Argüelles, donde se reunían algunos jóvenes que conspiraban abiertamente contra el régimen batistiano. En un testimonio ofrecido años después, Marina García, madre del combatiente revolucionario José Agustín Díaz-Argüelles (Titín), contaba sobre esa época:

“Aunque ellos aún no eran muy maduros, tenían una idea que no los abandonaba: derrocar a la tiranía. A cada momento arreciaba la persecución policial y cada vez más, se reducían las posibilidades de movimiento en el país, especialmente en la capital, por lo que El Mexicano, como llamábamos cariñosamente a Juan, partió en 1957 hacia el exilio en Estados Unidos, de donde volvió de modo clandestino en enero del año siguiente.

“Volvió a la lucha clandestina y, sin dejar de ser aquel joven alegre que conocía, su forma había cambiado. Se volvió más serio, retraído, aunque siguió afable, optimista y expresivo.

“Como era su costumbre, un día llegó muy tempranito a casa y se sentó en la cama de mi hijo, su amigo inseparable, que estaba levantándose. Yo me preparaba para salir pronto y él preguntó el motivo. Entonces le expliqué que viajaría con Tintín para que se uniera a la lucha en el Escambray. Se levantó de prisa y me dijo:‹De ninguna manera. Ustedes no se van sin mí›.

“La única solución fue llevármelo también y, ahora, en vez de un hijo tenía dos. Salimos de La Habana, nos detuvimos en Placetas y desde ahí, con algunos contactos, llegamos al Escambray. Por su formalidad, al poco tiempo lo designaron jefe de un grupo y luego formó su propio comando, al que denominó Mario Reguera”.

Fue dirigente del Directorio Revolucionario, junto a José Antonio Echeverría. Perseguido, partió al exilio en 1957, y en enero de 1958 regresó clandestinamente a Cuba. En marzo de ese año se incorporó a la lucha armada en las montañas del Escambray, y participó en la batalla de Santa Clara donde, con sólo 23 años, se ganó el grado de comandante.

El arrojo de Abrantes quedó demostrado en los combates de Charco Azul, Río Negro, Fomento y Condado. En la campaña de Las Villas estuvo a las órdenes del Comandante Ernesto Guevara como segundo jefe de operaciones, y por su actitud valerosa y capacidad de mando fue ascendido a Comandante.

En 1959, a pocos días del triunfo de la Revolución, Che nombró al Juan Abrantes segundo jefe de la fortaleza de La Cabaña, en La Habana, y más tarde estuvo a cargo de la jefatura de las Fuerzas Tácticas del Escambray, en el centro del país, responsabilidad que desempeñaba cuando murió en un trágico accidente de aviación ocurrido el 23 de septiembre de 1959, en la entonces provincia de Las Villas.

Su vida fue breve, pero el ejemplo que nos legó es de inapreciable valor.