Francisco González del Álamo Martínez de Figueroa

Francisco González del Álamo Martínez de Figueroa
Nacimiento:  
3
/
2
/
1675
Fallecimiento:  
2
/
3
/
1728

Iniciador de la enseñanza de la medicina en Cuba, dos años antes de que se inaugurara la Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo de La Habana (Universidad de La Habana). Su obra fue pionera en el proceso que posibilitó convertir la medicina en Cuba en una ciencia.

Este prócer de la docencia médica nació en La Habana. Realizó estudios en la Universidad de México, donde se graduó como bachiller en Medicina el 28 de abril de 1699. Tras ser examinado y aprobado allí por el Real Tribunal del Protomedicato el 24 de mayo de 1700, regresó a La Habana, cuyo Cabildo lo autorizó el 4 de noviembre del mismo año a ejercer su profesión, previa comprobación de su título por los doctores Francisco Moreno de Alba y Francisco Teneza Rubira.

El 3 de junio de 1711 informó al Ayuntamiento haber impreso un tratado en relación con una consulta que hizo, en 1706, «sobre si la carne de puerco cebada sea dañosa y causa de la epidemia y varias enfermedades que ha padecido esta ciudad». En cuanto al título, el lugar y la fecha de impresión del documento, hay polémica entre los bibliógrafos, y aunque este no se ha conservado, en las Actas Capitulares del Ayuntamiento de La Habana consta que su autor donó algunos ejemplares, que «se ordenaron fijar en los autos de la sesión de ese día». Ello prueba que la publicación, cuya impresión casi todos los estudiosos han coincidido en admitir que se hizo en Ciudad de México, convirtió al bachiller González del Álamo en el primer publicista médico cubano.

El 12 de enero de 1726 inauguró el primer curso de Medicina que se impartió en Cuba, en el Convento de San Juan de Letrán, en virtud de la licencia otorgada a tal efecto por el Muy Reverendo Padre Maestro Fr. Thomas de Linares, prior de ese convento, quien tenía autorización para fundar una universidad que funcionaría en el mismo establecimiento. Sus primeros discípulos fueron tres jóvenes que a la sazón cursaban estudios de teología para la carrera eclesiástica, en la cual ya habían alcanzado órdenes menores. Esos jóvenes se incorporaron más tarde con su profesor al colectivo que integró el primer claustro de la Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo de La Habana, después de convertirse en los primeros cubanos graduados como médicos en esa institución.

Recibida en La Habana la concesión para fundar la Universidad, se procedió a formar el claustro, y González del Álamo fue designado catedrático de Prima (Fisiología). Pero, aunque fue el primero en ocupar la cátedra, no pudo ser el primero en explicarla después de creada la facultad, por fallecer antes del inicio del curso docente en la recién inaugurada Universidad, lo que tampoco le permitió llegar a obtener los grados mayores de licenciado y de doctor en Medicina, a los cuales tenía derecho por su condición de catedrático.

En su ejercicio como médico asistencial compartía con el doctor Teneza la aplicación de sangrías. También se conoce que terció en un pleito contra el boticario Lázaro del Rey, en cuya botica prohibió a sus pacientes la compra de medicinas, según él, por la mala preparación de sus fármacos.

Murió el 2 de marzo de 1728, y fue enterrado en el mismo Convento de San Juan de Letrán, con hábito del Señor Santo Domingo de Guzmán, a cuya orden tercera de penitencia pertenecía. A él se debe que haya sido la medicina la primera disciplina impartida en el país con carácter profesional.

Fuente: En Caribe.org