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Dr José Rubiera: Cambiaría el asador por el congelador

En trabajo publicado en el portal de la Televisión Cubana la periodista Paquita de Armas conversa con el Dr. José Rubiera.

En varias oportunidades la sensación térmica ha estado en 38 y 41 grados, según una web del tiempo; en Francia hay muertos y, santiagueros, tuneros y holguineros dicen que en La Habana hace más calor que en “la tierra caliente”.

Con esas inquietudes se realiza esta entrevista al comunicador más popular de Cuba, que es esencialmente un reconocido científico, el Dr. José Rubiera. Muy rápido contestó:

—Desde 1981 usted es un comunicador radial y televisivo ¿Qué características debe tener un meteorólogo para ofrecer el parte del tiempo?

—Decir las cosas más difíciles con sencillas palabras coloquiales, entendibles por todos, nada de jerga técnica, aunque hay algunas palabras que por su reiteración con los años las personas las conocen, por ejemplo, anticiclón, ciclón, frente frío, huracán, etc. Y todo eso hay que seguirlo explicando reiteradamente también de manera que todos entiendan. Tiene que entenderlo un médico, un ingeniero, un científico de otra rama, un dirigente, pero también un ama de casa, un albañil, o un trabajador de comunales. Uno es un científico, pero tiene que despojarse del pedestal, y hablar para el pueblo, pues trabaja para el pueblo.

El meteorólogo quizás necesita también algo adicional, que es difícil de explicar. Cuando yo me puse por primera vez ante la cámara de televisión iniciando la información meteorológica por un meteorólogo, era un programa en vivo del NTV en 1981. Pero me sentí normal y hablé muy fluidamente, venía un frente frío y había que explicar. Pero me sentí normal, a pesar del cambio del ambiente habitual a cámaras, micrófonos, luces, muchas personas alrededor. Recuerdo que Manolo Ortega me dijo al terminar: tú tienes “ángel”. No comprendía qué me quería decir exactamente; quizás con los años que han pasado todavía me cuesta trabajo entenderlo, algo que uno lleva de manera natural y te hace entendible y comunicativo.

—En su biografía se leen singulares aspectos como doctorado en Ciencias Geográficas; Vice Presidente del Comité de Huracanes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en la Región IV (América del Norte, Centro América y Caribe); Doctor Honoris Causa en Ciencias Físicas; Orden del Mérito Civil, otorgada en España, todos referidos a su trabajo como investigador, ¿su trabajo tendría igual resonancia sino hubiera sido “el hombre de los pronósticos” en la televisión?

—En algunas cosas sí y en otras no. La parte que se debe al trabajo directo, al estudio y al conocimiento científico adquirido, así como la experiencia en el trabajo de pronóstico, son una cosa. Pero hay otras que han venido por la catapulta de ser el “hombre del tiempo” muy conocido, una figura pública.

—¿Qué siente al ser el meteorólogo confiable para la audiencia como sucedió cuando el huracán Irma?

—Una inmensa responsabilidad sobre los hombros y también la inmensa satisfacción de trabajar para la gente el tiempo que sea necesario.

—Usted es un experto en huracanes, sin embargo en el parte del tiempo —un trabajo colectivo— hace referencias a las temperaturas ¿Cómo se han comportado este año?

—Bueno, soy meteorólogo y en mi campo de conocimiento está todo lo que tenga que ver con la Meteorología y el Clima. La temperatura no es más que una variable meteorológica.

A nivel del planeta seguramente 2019 catalogará como uno de los años más cálidos conocidos, quizás más que los restantes de este siglo XXI, en el cual cada año ha sido más cálido que el anterior. El calentamiento global existe y va hacia el Cambio Climático, si lamentablemente todo sigue en el mundo como va.

—Existe un grito unánime en Cuba “¡que calor!”, sin embargo no he leído o escuchado que se han roto varios récord históricos, ¿esa sensación asfixiante se debe a la sensación térmica? ¿Ha sido más alta este año que en otros? ¿Por qué?

—Sí, ha habido ruptura. Y nada menos que un nuevo e importante record histórico de carácter nacional. El 30 de junio de 2019 a las 3:30 p. m., la estación de Veguitas (provincia de Granma) reportó un valor de temperatura máxima de 39.1 grados Celsius, que ha resultado ser el más alto desde hace más de un siglo en que se tienen registros en el país. Por lo tanto, ese importante e increíble valor máximo de la temperatura constituyó un nuevo récord nacional absoluto de calor.

En otras estaciones meteorológicas se registraron algunos récords de temperatura máxima mensual, pero éste de Veguitas es en realidad muy importante. El récord anterior era de 38.9 grados y se había registrado en la propia provincia de Grama, en Jucarito, hace 20 años, en 1999.

—Se dice que el calor en La Habana ha sido superior este año que en Santiago de Cuba, Holguín y Las Tunas, ¿es cierto?

—Esta pregunta quizás sea un poco larga de responder. Y aquí merece hablarse de la sensación térmica, que guarda relación también con parte de la pregunta anterior.

La temperatura que sentimos en nuestro cuerpo, la sensación de temperatura, de calor o frío, depende de los mecanismos fisiológicos que tiene nuestro cuerpo para que la temperatura corporal no sobrepase determinado valor. El mecanismo regulador es el sudor. Y junto a la temperatura real que da el termómetro, está la humedad y la velocidad del viento.

De forma que si hay una temperatura en el termómetro de 32 grados y la humedad es muy alta, usted suda, pero el sudor no se evapora, se queda “pegado”. Al no evaporarse, usted se cubre de sudor. Cuando el sudor no se evapora, su cuerpo no puede refrescarse, es su cuerpo el que le debe ceder calor al sudor para que se evapore. Al no poderlo hacer, por la saturación por mucha humedad, tampoco puede refrescarse, la sensación que siente es muy desagradable, como de agobio. La sensación térmica sería la equivalente a que usted estuviera en un ambiente de 41 grados.

Pare refrescarse, tiene que quitar la capa húmeda saturada que rodea a su cuerpo y con ello se incrementa la posibilidad de evaporación, el cuerpo cede calor al sudor para que se evapore y usted siente una sensación de fresco. Es lo que ocurre al situarse junto a un ventilador, que permite que se vaya la capa saturada, se incrementa la evaporación y se siente el alivio.

En la Habana el viento viene del ENE, cargado de humedad que viene del mar; en Santiago de Cuba ese viento predominante viene del aire que traspasa la costa norte, pero sube las montañas, disminuye la humedad y llega desde tierra a esa ciudad. Por tanto, tiene menos humedad y la sensación térmica puede ser mucho menor entonces.

Como buena noticia voy a añadir que nuestro calor no mata a nadie, pues se evapora poco, usted se cubre de humedad e instintivamente toma agua.

En países continentales es otra la historia, como pasa en Europa, por ejemplo en Francia o España. Ahí se da el llamado golpe de calor, que es el fenómeno que se produce cuando hay olas de calor, o sea, aire muy seco del Sahara que llega con altísimas temperaturas. Hay 40 grados o más, pero aunque se siente calor, no hay sudor, porque éste se evapora instantáneamente debido al ambiente de aire seco. Las personas no se dan cuenta de esto, pierden constantemente agua del cuerpo y sobreviene entonces el golpe de calor, con muerte por ataque cardíaco. Esto ocurre principalmente en personas mayores, cuyo mecanismo de termorregulación funciona mal, pero en ciertas condiciones, puede ocurrirle a cualquiera. En Francia, en el 2010, hubo 15 000 muertes por uno de estos eventos.

—El pronóstico de las próximas semanas ¿Qué dice? ¿Seguiremos en el asador?

—Septiembre aún es caluroso. A veces hasta octubre y otros meses lo son, aunque no tanto, normalmente la temperatura va bajando porque la luz del Sol incide menos y también los días son más cortos. El frío depende de los frentes frío y las masas de aire frío que nos llegan del continente.

Pero, créame, que si por mí fuera cambiaría el asador por el congelador…. Bueno, no tanto como eso…

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José María Rubiera Torres


profesor, ciencias, doctor en ciencias, meteorología