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New York Times

‘Concierto Clásicamente Cubano’ con David Virelles: ‘El danzón es cubanía’

“El danzón es cubanía”, afirmó David Virelles, alabado pianista de jazz y compositor, que llevó caudal de los más famosos danzones al piano en el Classically Cuban Concert.

Este evento anual ofrecido por el Cuban Research Center / Centro de Investigaciones Cubanas, CRI, de la Universidad Internacional de la Florida, FIU, ahora celebrando 15 años de fundado, se ofreció el pasado domingo 8 de diciembre a las cinco de la tarde en el Wertheim Performing Arts Center de FIU.

Este año el concierto se dedicó al danzón, ya que “el danzón está considerado como uno de los géneros más representativos e importantes de la identidad musical cubana, y tuvo gran influencia en otros géneros que se desarrollaron posteriormente, como el mambo y el chachachá”, comentó Virelles.

Además, “cuenta con una forma musical muy particular, y nos dejó el formato de charanga francesa o típica que tanto ha inspirado a los creadores. Muchos de nuestros grandes compositores e intérpretes han incursionado en este género, desde los Romeu hasta la familia López (los Cachao), Arcaño, Chepín, Urfé, Caturla, Zenaida Manfugás, Chucho Valdés y Emiliano Salvador”.

El danzón tiene una coreografía que le ha permitido mantenerse en el gusto de muchos sitios fuera de Cuba, como Veracruz, en México, y en regiones de España.

“El baile, en general, tiene el poder de sugerir y apuntar a nuevas formas de interpretación en la música”, explicó el pianista. “Estas nuevas formas de interpretación eventualmente se convierten en aportes estilísticos que incluso pueden derivar en nuevos géneros”.

A Virelles se le unieron el baterista Hilario Bell, al timbal, instrumento usado en la orquesta típica, y José Armando Gola al bajo acústico. Es la primera vez que trabaja con ellos en Estados Unidos, aunque conoce a Bell desde que era niño en Santiago de Cuba y trabajaron juntos en esa etapa. “Ambos son grandes músicos a quienes admiro muchísimo y me pareció la ocasión perfecta para compartir con ellos”, expresó.

En el programa, Virelles y sus acompañantes ofrecieron muestras diversas del danzón. “Interpretaremos danzones clásicos pasando por diferentes eras y estilos de este género musical cubano”, anotó el músico. “Pero nuestras interpretaciones tendrán un toque personal, ya que integraremos elementos de la improvisación y de la música moderna al danzón”.

¿Y qué piensa del jazz en general? “El jazz afro-norteamericano está reconocido mundialmente como una de las maravillas musicales del siglo XX, con una gran influencia a nivel global, difícil de cuantificar”, subrayó. “Esta música tuvo y sigue teniendo gran impacto en la música cubana, y viceversa”.

En su opinión la música clásica no es solo la europea, sino todo el folclore de los pueblos. “Me gusta toda la música clásica”, dijo. “Pero dentro de este grupo no solo incluyo a los grandes compositores europeos, también considero clásica la música de los rituales afrocubanos y la música campesina, la música tradicional y popular cubana, el jazz, los cantos y toques rituales de Haití o Salvador de Bahía, el flamenco, la música de las raíces de cualquier cultura o país”.

Actualmente el pianista reside en Nueva York, y se presenta en Asia, África, América Latina, Europa, y todo Estados Unidos. Su primer concierto en Miami fue en la estación de radio de jazz WDNA, en colaboración con el pintor cubano Arturo Rodríguez. Nacido y criado en Santiago de Cuba, toda su familia es musical. “Mis padres son músicos, mi mamá es flautista y trabajó muchos años con la Sinfónica de Oriente, y fue maestra de las escuelas de arte en Santiago, y mi papá [José Aquiles] es cantautor y guitarrista, con reconocimiento nacional e internacional”.

De 35 años de edad y fuera de la isla desde 2001, confiesa que no está muy al tanto de la música cubana de hoy, pero defiende la virtud y la creatividad de los músicos cubanos de todos los tiempos. “Muchos no han tenido el reconocimiento, e incluso han sido olvidados, después de haber alcanzado gran éxito y realizar aportes importantes a la cultura universal”, protestó. “Además de ser fiel seguidor y eterno estudiante de los últimos representantes de nuestra música autóctona, me inspiran jóvenes talentos como el pianista Rolando Luna o el sonero santiaguero Maikel Dinza. Pero también existen muchos otros nombres en la diáspora cubana, con potentes representaciones en muchas ciudades del mundo”.

Nombrado Rising Star número uno en la categoría de Piano por DownBeat en 2017, Virelles es también uno de los recipientes del Cristobal Díaz Ayala Travel Grant de 2018, entre muchos honores recibidos en Canadá y Estados Unidos.

Finalmente, habla de su pasión por su arte. “Mi mayor gozo ha sido poder compartir la música con algunos de mis héroes y referentes musicales”, declaró. “Y aunque requiere mucha disciplina y sacrificio, tener el privilegio de disfrutar de una vida centrada en la música es un gran regalo”.

El Nuevo Herald

David Virelles González


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