Francisco (Panchito) Naya es una de las personalidades imprescindibles en los anales del arte lírico cubano.

Aunque nació en Cuba, al ser su padre, Francisco Naya Silva, oriundo de La Coruña, en Galicia, el tenor Francisco Naya pasó los primeros años de su vida en la capital de esta provincia española, y allí orientó su precoz vocación hacia el canto la profesora Viviana Pérez, quien le enseñó las primeras romanzas incluidas en su repertorio.

Fundador del Teatro Lírico Nacional de Cuba en 1962.

Estudió canto con Giulia Lucignani y con Tina Farelli. En los años 50 comenzó a presentarse en público.

Su debut escénico tuvo lugar en 1960 al interpretar el protagónico de Los Payasos en la sala de la Universidad Central de Las Villas. Interpretó además los protagónicos de La Traviata, Rigoletto y numerosas zarzuelas españolas y cubanas.

En 1974 recorrió Europa central con su versión y puesta en escena de Cecilia Valdés, que obtuvo gran aceptación, acompañada de lauros y reconocimientos.

Lucy Provedo Núñez es una mujer cuya sencillez sorprende, va de un lado a otro con la agilidad de una niña y su rostro aún descubre la sonrisa de una adolescente.

Nació en Marianao, Ciudad de La Habana. Cuando niña, al llegar las visitas a casa, casi que las “sembraba” en los asientos para que la oyeran cantar. Las muñecas fueron su primer público, a ellas les componía e interpretaba canciones, también actuaba ante su pequeña imagen de artista que se dibujaba en el espejo del cuarto.

Nace en la ciudad de Holguín. Realizó su formación vocal con Zoila Gálvez y Raúl Camayd. “Se inició cantando en el coro de la Iglesia de San Isidoro a mediado de los años 60, bajo la dirección de Riancho Fellé.

Nace en Santiago de Cuba la soprano y pedagoga.

Adquirió su técnica vocal en La Habana, guiada por el maestro Dominicis, quien la presentó en recitales públicos (1936) y la hizo debutar profesionalmente como integrante de Ópera Nacional, donde protagonizó, siempre dirigida por su maestro, la ópera Tosca, de Puccini, en el Teatro Nacional, 1939 y algunos fragmentos de La rondine, del mismo autor (1942), en su primera audición en Cuba.

Una de las más famosas artistas del Teatro Alhambra. Nacida en Veracruz, México, 1894, llegó a Cuba en 1913 y a los pocos meses debutó en el mencionado coliseo como primera figura, donde se mantuvo ininterrumpidamente hasta 1920. Luego regresó a la compañía de Regino en varias ocasiones hasta 1924. Entre sus grandes éxitos merecen destacarse
La danza de los millones, El rico hacendado, El Patria en La Habana y La señorita de Maupin.

Soprano lírica y profesora.

Nació en La Habana. Estudió piano, teoría y solfeo en el Conservatono Falcón, y canto en el Conservatorio Municipal de Música de La Habana, con Francisco Fernández Dominicis, con quien hizo su perfeccionamiento como intérpete y elaboró un repertorio operístico. Estudió con Luisa Lepa la interpretación del lied alemán y con Joaquín Nin la interpretación de la canción española.

Actriz, cantante y vedette. Una de las más versátiles artistas cubanas, con más de sesenta años de carrera. Ha transitado por todos los géneros y se ha presentado con extraordinario dominio en todos los medios.

Rosita Fornés ha llegado a ser identificada como la gran vedette de Cuba. Su verdadero nombre es Rosalía Palet Bonavia, pero para el mundo artístico ha sido siempre Rosita Fornés, o sencillamente Rosita como le dicen muchos de sus admiradores.

Nace en Haití. Es hija de la cantante haitiana radicada en Cuba Martha Jean-Claude.

Desde sus inicios, Linda ha alternado su vocación musical (estudios de oboe y canto, con Margarita Horruitiner y Zoila Gálvez, entre otros y Licenciada en Música en el Instituto Superior de Arte), con la actuación dramática.

Se desempeñó como titiritera en el Teatro Nacional de Guiñol
—Cecilia Valdés (1975)— y luego trabajó en el grupo Buscón.

Nacido en La Habana, debutó como profesional en 1958, en el programa Bar Melódico de Osvaldo Farrés, de la Televisión Cubana y posteriormente trabajó en todos los programas musicales de la Radio y la Televisión.

En 1966, pasó a formar parte del elenco del Teatro Lírico Nacional de Cuba como Cantante Solista, habiendo interpretado los personajes protagónicos de tenor de innumerables zarzuelas españolas y cubanas , así como diversas óperas y operetas.

Desde 1972 comenzó paralelamente a incursionar en la Dirección Escénica de títulos del repertorio lírico.