Reinaldo Boris
Luis
Santa Coloma

Reinaldo Boris Luis Santa Coloma
Foto
Kates Harpley Library
Nacimiento:  
9
/
12
/
1928
Fallecimiento:  
26
/
7
/
1953

Nacido en el poblado de San Nicolás, cursa sus primeros estudios en su pueblo natal y después la enseñanza media superior en el Instituto Nro.1 de La Habana, matriculando luego la carrera de Ciencias Comerciales.

Para ganarse el sustento, labora en diferentes lugares en la capital hasta que consigue trabajo en la agencia Frigidaire, donde realiza actividades sindicales ganándose el respeto y simpatías de sus compañeros y problemas con la administración por erigirse como defensor de los derechos de estos, por lo que fue despedido.

En la búsqueda de un nuevo trabajo con el que ganarse la vida, consigue un puesto en una pequeña agencia y es ahí donde lo sorprende el artero golpe de estado del 10 de marzo de 1952.

Él como otros jóvenes se encamina a la Universidad en busca de las armas necesarias para combatir el golpe, pero estas nunca llegan.

Las escalinatas de la colina universitaria fueron el marco ese mismo año en el que conoce a Haydeé Santamaría durante un acto en recordación por el fusilamiento de los estudiantes de Medicina. Ella sería desde entonces su novia y compañera de lucha.

Un mes después del golpe militar perpetrado por Batista, Boris le escribe una carta al tirano acusándolo de forma valiente de robo y malversación de los fondos del Estado.

Identificado con los anhelos de quienes soñaban con una patria mejor, libre y soberana y por la que tantos cubanos dignos habían derramado su sangre en la manigua se vincula entonces con el grupo de jóvenes que no dejarían morir las ideas del Maestro en el año de su Centenario

Organizó junto a Fidel y Abel la gesta del Moncada, ese motor pequeño que luego echaría a andar un motor aún mayor.

Sencillo, honesto e incansable luchador por la justicia, la igualdad y la libertad de Cuba, consideró al igual que Fidel que la lucha armada era el único y verdadero camino para zafarse del yugo a que nos tenía sometidos la dictadura de Fulgencio Batista.

Al partir hacia su encuentro con la historia se despide de la madre diciéndole que viajaría a la playa de Varadero en Matanzas.

Durante las acciones del 26 de julio de 1953 estuvo junto a Fidel en la toma del Moncada. Cuando el factor sorpresa se pierde, logra emprender la retirada por órdenes de Fidel quien no quería que se inmolaran inútilmente sus compañeros asaltantes.

Los sobrevivientes de tan heroico hecho cuentan que una vez fuera del cuartel se dirigió al hospital Saturnino Lora en busca de sus compañeros, pero fue sorprendido y hecho prisionero.

Salvajemente torturado al igual que Abel, los esbirros no lograron arrancarle ni una sola palabra que delatara a sus compañeros.

Este valiente joven inscribió así su nombre en la larga lista del martirologio cubano.