Jorge Esquivel Estrada

Jorge Esquivel
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BravissimoDanceStudio.com
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1950

Bailarín y coreógrafo cubano.

Nació en La Habana en el año 1950. De una familia muy humilde y con varios hermanos, Jorge Esquivel tuvo que ser enviado al orfanato Casa de Beneficencia y Maternidad de La Habana para poder realizar estudios primarios.

Al triunfo de la Revolución Cubana en 1959, con el paso de estas instituciones al Gobierno Revolucionario, Esquivel fue trasladado en octubre de 1961 al Hogar Granma en Ceiba del Agua y allí fue descubierto por los fundadores del ballet cubano e integrado a la Escuela Provincial de Ballet de La Habana en ese mismo año, donde inició sus estudios con Fernando Alonso, Ana Leontieva, Michel Gurov y Joaquín Banegas.

Entre 1966 y 1968 continuó sus estudios con Azari Plisetsky y sus maestros anteriores en la Escuela Nacional de Arte, en la especialidad de Ballet, donde adquirió también conocimientos de teatro, danzas históricas, esgrima y folklore.

Antes de haber concluido sus estudios, Esquivel ya se había incorporado como aprendiz al Ballet Nacional de Cuba y había realizado una primera gira a México para participar en la olimpiada cultural consecuente de la deportiva que se efectuó ese año en tierras aztecas.

El ascenso de Jorge Esquivel en el Ballet Nacional de Cuba fue vertiginoso dadas sus óptimas condiciones físicas y artísticas para la danza: de la categoría cuerpo de baile que asumió a su entrada, fue promovido en 1969 a la de solista y en 1972 a la de primer bailarín, lo que le permitió asumir muy joven los grandes roles del ballet mundial y cubano.

Su gran calidad como bailarín le permitió formar pareja con las primeras bailarinas históricas del Ballet Nacional de Cuba, Loipa Araújo, Aurora Bosch, Josefina Méndez y Mirta Plá, así como con otras primeras figuras y solistas de la compañía. Pero ya desde 1970, cuando el coreógrafo cubano radicado en Bélgica Jorge Lefebre realizó el estreno en Cuba de su ballet Edipo Rey, Jorge Esquivel –quien asumió el rol titular– inició una época trascendente para el ballet cubano, latinoamericano y mundial, al unirse como pareja artística a la prima ballerina assoluta y hoy Directora general del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso.

La pareja Alonso-Esquivel ha pasado a ser una de las más famosas duplas del ballet mundial y aportó historia en obras como Giselle, Carmen, y los pas de deux de El lago de los cisnes, La péri, Roberto el diablo, Canción para la extraña flor, entre un amplísimo repertorio que Alicia Alonso interpretara por más de 15 años.

Invitados a bailar en galas internacionales, Esquivel acompañó a la Alonso en escenarios como los teatros Metropolitan Opera House de New York, de la Opera y des Champs Elysees de París, la Scala de Milán, así como famosas plazas en Japón, Canadá, México, Italia, Suiza, Portugal, Gran Bretaña, Finlandia, Holanda, España, Rusia, Alemania, Hungría, Grecia, Turquía, y toda Latinoamérica.

Durante sus casi 20 años con el Ballet Nacional de Cuba la carrera de Jorge Esquivel mereció diferentes premios tanto en competencias internacionales como otorgados por las autoridades cubanas e internacionales, entre los que se encuentran la Distinción por la Cultura Nacional, y medallas de bronce (1970) y plata (1968) en Varna, Bulgaria.

En este período, también pudo ser pareja artística de importantes ballerinas internacionales como la italiana Carla Fracci (con quien estrenó la versión de Alicia Alonso de La bella durmiente del bosque en la Scala de Milán), las norteamericanas Cynthia Gregory y Eleonor d’Antuono, la alemana Eva Evdokímova y la francesa Ghislaine Thesmar, entre otras.

En 1984 se estrenó como coreógrafo con el solo Divagación.

Luego de una función de La bella durmiente del bosque, en la cual interpretó el personaje del príncipe Desirée junto a Josefina Méndez en el Gran Teatro de La Habana en abril de 1986, Jorge Esquivel abandonó las filas del Ballet Nacional de Cuba para comenzar una carrera errante que lo llevó a integrar el Ballet Teatro de La Habana dirigido por Caridad Martínez, el Ballet de Camagüey bajo la dirección de su maestro Fernando Alonso, Danza Contemporánea de Cuba, casi siempre como artista invitado, además de realizar actuaciones especiales en teatros y plazas, como una memorable interpretación de la versión masculina del Bolero de Maurice Béjart en la escalinata de la Universidad de La Habana con una concurrencia multitudinaria al aire libre.

Se trasladó a Italia donde trabajó como maestro en la academia de Renato Greco, con la compañía de la Arena de Verona y el Ballet Reggio Emilia. Volvió a bailar con la estrella italiana Carla Fracci en su compañía, así como con Margarita Parrilla y su grupo en Roma y otras ciudades italianas. Asimismo bailó con el Ballet Regional de Mantua, donde recibió excelentes opiniones de la crítica especializada por sus actuaciones.

Regresó a Cuba para participar en el Festival Internacional de Danza en Camagüey en diciembre de 1991. Al finalizar el evento, volvió a Italia en 1992.

Emigró a Estados Unidos en 1993, donde fue contratado como primer bailarín del Ballet de San Francisco, compañía en la cual interpretó los roles de solista en los grandes clásicos y las nuevas creaciones coreográficas, tanto de su director Helgi Thomasson como de otros coreógrafos norteamericanos e internacionales.

Con esta compañía se inició como maestro de ballet y también como facultativo de la Escuela del San Francisco Ballet, trabajo que realiza aún en la actualidad, además de aparecer ocasionalmente con la compañía interpretando roles de carácter.

Durante su carrera dentro del Ballet Nacional de Cuba Jorge Esquivel interpretó diversos roles. Como miembro del cuerpo de baile, entre 1967 y 1968, actuó en El güije de Alberto Alonso, La avanzada de Azari Plisetsky, Amatorias, de Jorge García y Calaucán del chileno Patricio Bunster. Desde 1969, ya como solista, interpretó Un concierto en blanco y negro del puertorriqueño José Parés, Espacio y movimiento de Alberto Alonso, las versiones de Alicia Alonso de El lago de los cisnes, Coppélia, Giselle, La fille mal gardée; los pas de deux Classique, Don Quijote, Raymonda, Tema y variaciones; así como obras del repertorio de Mijail Fokine como Las sílfides y El príncipe Igor, George Balanchine como Apollo, Maurice Béjart como Bhakti y Webern opus 5, o Variaciones para cuatro de Antón Dolin.

Como pareja artística de Alicia Alonso realizó los estrenos mundiales de Nos veremos ayer noche Margarita, Los pinos nuevos, Remembranza, La muerte de Cleopatra, Roberto el diablo, La corona sangrienta, Lucrecia Borgia, La diva, Cumbres borrascosas, Medea, Tributo a José White, Devaneo, La saeta dorada, Fedra, Salomé, Yagruma, además de los ya mencionados. También interpretaron el estreno en Cuba de In the Night del coreógrafo Jerome Robbins.

Del repertorio de la compañía cubana interpretó Diógenes ante el tonel, A Santiago, Conjugación, Canto vital, Paso a tres, Primer concierto, El poema del fuego, y Cecilia Valdés en sus estrenos mundiales. A esto habría que incluirle el estreno mundial de Génesis, coreografiada por Alicia Alonso, así como la incorporación de Bach X 11 = 4 X A, Plásmasis, Majísimo, entre otras obras del Ballet Nacional de Cuba.

Fuente: En Caribe.org